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Percepción de seguridad e inseguridad subjetiva en los países de la Unión Europea

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Análisis GESI, 30/2018

Resumen: Una de las grandes limitaciones del desarrollo de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) de la UE es la falta de cultura estratégica común entre los 28 miembros. Situación que puede agudizarse con la salida del Reino Unido. En cualquier Estrategia de Seguridad, la primera línea de acción objetivo debe hacer frente a las amenazas, las cuales tienen que estar claramente identificadas.

El trabajo plantea que la diferencia de percepción de la seguridad e inseguridad, que condiciona las amenazas que definen los países y por tanto frente a los que establecen su estrategia de seguridad y defensa, es clave en la dificultad de construir una estrategia de seguridad y defensa europea. Inicialmente se define la seguridad, que es un término que tiene diversas acepciones y campos de aplicación. Posteriormente se realiza una revisión de cómo se ha afrontado la seguridad en la Unión Europea y cómo se aborda actualmente.

El estudio de las encuestas de opinión de la población europea permite obtener una serie de conclusiones que si bien debido al tipo de trabajo tienen que ser contextualizadas y limitadas. Los resultados indican que los europeos en general consideran que tienen un buen nivel de seguridad. Sin embargo, la percepción de inseguridad en los diversos estados de la UE es muy diferente, y actores como Rusia pueden ser percibidos simultáneamente como una amenaza (por los países del este) y como una oportunidad (por los miembros de la “Vieja Europa”). La conclusión obtenida es principalmente que esta percepción de la seguridad e inseguridad subjetiva dificulta la definición de una estrategia ya que los países tienen diferentes intereses. Para llegar a una posición única todos los países deben realizar acuerdos e inicialmente avanzar en los puntos comunes.

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1. Introducción

La construcción europea es un auténtico desafío que a pesar de las dificultades y las propias reticencias de los países continúa avanzando de manera inexorable. Sin embargo, la velocidad de avance es demasiado lenta, incluyendo incluso detenciones y retrocesos, como el brexit, que constituye el mayor desafío desde su creación. Sólo en el largo plazo seremos capaces de evaluar el impacto y la resiliencia de la UE.

Desde múltiples foros ya se ha criticado que después de más de una década en funcionamiento, no se haya creado la convergencia de las culturas estratégicas de los estados miembros, las prioridades o las percepciones de la amenaza; lo cual hace difícil cualquier tipo de acuerdo para decidir dónde, cuándo y cómo intervenir[1]. El desarrollo de los acontecimientos en Libia, Georgia y en Ucrania pueden considerarse buenos ejemplos para apoyar esas críticas.

Incluso más allá, se llega a señalar que el desarrollo de estrategias como el enfoque integral y la asistencia en seguridad y económica sólo son una forma de evitar el empleo de medidas más duras como el empleo de unidades militares, a pesar de que pudieran ser necesarias o la solución más rápida. Esto se derivaría del fracaso en la integración en seguridad y en defensa de la Unión Europea, que se encuentra abocada a depender de Estados Unidos para la resolución de crisis[2].

Sin embargo a lo largo de los últimos años de dificultades, se han producido diferentes hechos que son positivos y que constituyen la base de lo que debe ser el sistema de seguridad de la Unión Europea. Tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en 2009 se ha avanzado en la Política Común de Seguridad y Defensa. Probablemente este avance hubiera sido superior si la situación económica no hubiera sido la que hemos tenido con carácter global. Aunque la manera de afrontar esta situación económica en la definición de los presupuestos de defensa que afectan directamente a la seguridad ha sido diferente en los países europeos[3].

Respecto a los presupuestos de defensa, la reducción en los países ha supuesto un lastre que se ha intentado liberar mediante una mejora en el gasto, especialmente a través de las iniciativas de Pooling and Sharing. Con los acuerdos parciales se ha progresado estableciéndose iniciativas realmente interesantes y útiles en el marco de la Agencia de Defensa Europea (EDA[4]): de desarrollo de medios de vigilancia no tripulados, de sistemas compatibles de comunicaciones, de ciberdefensa o de repostaje en vuelo.

Además, la realización de operaciones civiles y militares relacionadas con la seguridad por parte de la Unión Europea demuestra este compromiso de avance. Desde la primera misión de 2003 en la antigua república yugoslava de Macedonia, la Unión Europea ha realizado más de treinta misiones civiles y militares reforzando el papel exterior de la misma.

En cualquier caso, a pesar de que se discuta el nivel alcanzado, parece coherente e incluso inevitable la integración de la seguridad entre los miembros de la Unión Europea ya que constituye el mejor ejemplo de un verdadero compromiso de los estados con el proyecto común europeo. Si esta integración no se realiza, la construcción de la Unión Europea será incompleta y reversible en cualquier momento.

Pero lógicamente la integración de la seguridad es una acción voluntaria que sólo se puede producir si los estados individuales consideran que les aportará una mayor seguridad que la situación actual. Las percepciones de los políticos, las élites y las poblaciones en general de los países deben converger hacia esa misma visión positiva de la integración en un único sistema de seguridad europeo.

Uno de los problemas que dificulta la construcción del sistema de seguridad europeo es precisamente que las percepciones de la seguridad e inseguridad son muy diferentes entre los países de la Unión Europea, e incluso dentro de cada país entre las diferentes clases o grupos sociales. Probablemente este factor no ha sido considerado o estudiado con la suficiente profundidad ya que se ha dado por hecho que los valores y principios que rigen la Unión Europea son compartidos de manera uniforme por al menos la mayoría de los estados y las poblaciones.

Algunos autores ya han analizado un problema similar en otras organizaciones, como la OTAN. Como ejemplo, podemos señalar el estudio de Conley que indica que “La incapacidad de la OTAN para desarrollar una valoración de la amenaza común es la base de sus problemas de capacidades. Si tienes una gran variedad de análisis de la amenaza, ¿cómo puedes desarrollar capacidades comunes entre veintiocho países? ¿Están las capacidades diseñadas para defensa del territorio, o para desarrollar operaciones de contrainsurgencia? O, más provocadoramente, ¿es necesario para los aliados europeos incrementar su gasto en defensa cuando el gasto estadounidense representa prácticamente el 73% del total de la OTAN?”[5].

Este documento pretender profundizar el estudio de este factor que probablemente tiene una influencia mayor de la considerada tradicionalmente en la construcción de la seguridad europea. Teniendo en cuenta la extensión del mismo y las propias limitaciones del tipo de estudio y análisis empleado, las conclusiones obtenidas deben ser tenidas en cuenta como opciones parciales que pueden esquematizar o resaltar ciertos aspectos, pero no pueden ser tomados como clausulas inamovibles que definan la postura definitiva sobre el asunto tratado. En cualquier caso, uno de los objetivos del trabajo es que se genere la inquietud en los lectores para posteriores análisis y estudios que profundicen y detallen si el factor considerado influye decisivamente en el sistema de seguridad de la Unión Europea.

 

2. Hipótesis y metodología de la investigación

Para el desarrollo del documento la pregunta de investigación principal es: ¿Tienen relación las amenazas identificadas en la PCSD que sirven de base para la construcción del sistema de seguridad de la Unión Europea con las percepciones de la población de los países?

Además, de la lectura inicial de la bibliografía básica se pueden identificar varias preguntas adicionales que ayudarán al desarrollo del trabajo:

  • ¿Existen grandes diferencias entre las percepciones sobre seguridad de las poblaciones de los países de la Unión Europea?
  • Si fueran diferentes, ¿es posible compatibilizar estas percepciones en una única estrategia?
  • ¿Ha evolucionado la identificación de las amenazas en paralelo a las percepciones de las poblaciones?

La respuesta a todas estas preguntas excede el alcance de este documento ya que exigiría un estudio detallado de todos los factores que influyen en la seguridad de la Unión Europea; para lo que sería necesario analizar incluso la evolución temporal de los términos. Por ello, se establecerá un modelo simplificado que permitirá investigar y llegar a conclusiones parciales que aporten aseveraciones válidas y que permitan la comprobación de la hipótesis planteada a continuación.

Como guía principal de este documento se plantea la siguiente hipótesis:

Las percepciones de seguridad e inseguridad de los países de la Unión Europea son diferentes en tal grado que dificultan de manera grave la construcción de un único espacio o sistema de seguridad.

Como se puede observar, la hipótesis expone una visión negativa de la integración de la seguridad de la Unión Europea que se derivaría de las diferentes percepciones de los estados y sus poblaciones de los riesgos y amenazas que se ciernen sobre la misma.

En este estudio, se considera como variable dependiente la construcción del sistema de seguridad de la Unión Europea.

Como variables independientes se identifican las percepciones de los Estados y las poblaciones, las diferentes interacciones entre los mismos y las dinámicas políticas internas que se generan en las propias instituciones de la Unión Europea.

Para evitar ser excesivamente ambiciosos y manteniendo presente la advertencia sobre las limitaciones intrínsecas del estudio, se establece que el modelo de estudio del sistema de seguridad de la Unión Europea está limitado al componente exterior de la misma[6] y constituido por:

  • Unos riesgos y amenazas a la Unión Europea y sus estados.
  • Una estrategia única.
  • Unos elementos de seguridad y defensa que garantizan la situación de seguridad: ejército, diplomacia, influencia.

Sobre la base de este modelo se realizará el análisis de los factores, sin entrar en detalle en el estudio de las variables que sería cuestión de una investigación de mayor profundidad y alcance.

Para el estudio se analizarán las percepciones sobre la seguridad de las poblaciones de la Unión Europea y cómo éstas influyen en las decisiones de los políticos encargados del desarrollo de las medidas que la proporcionan. Para el análisis se utilizarán las encuestas disponibles relacionadas con la seguridad.

Posteriormente se integrarán teóricamente todos los conceptos y resultados del análisis y se obtendrán las conclusiones que permitirán la confrontación de la hipótesis o su refutación, finalizando el trabajo.

 

3. Seguridad

Desde el plano más intelectual y reduccionista, podemos considerar seguridad como las condiciones que determinan estar exento de peligro o daño. Pero ampliando el campo podemos entender que no sólo las condiciones físicas pueden estar en cierto riesgo o bajo amenaza, sino que todos los órdenes del individuo y la sociedad pueden ser afectados; y por tanto, tienen que tener determinadas condiciones para protegerlos: seguridad.

Esta explicación del término no difiere de la presentada en detalle por diversos autores. Con mayor profundidad explican los profesores Jaime, de la Corte y Blanco el término seguridad y la evolución del mismo[7]. Los autores indican que «es una aspiración que conecta con las motivaciones humanas básicas…» y que de manera natural el ser humano «quiere encontrarse y sentirse libre de todo daño o amenaza». La seguridad son las «condiciones que posibilitan y garantizan el cumplimiento de ese deseo»[8].

Se observa por tanto el componente psicológico que se encuentra en el término seguridad y el carácter subjetivo de su valoración. Así, lo que para un individuo puede considerarse seguro puede no serlo para otro, apareciendo la percepción de la seguridad.

 

3. 1. Aplicación del concepto seguridad

La seguridad será entendida como las condiciones que permiten protegerse y mitigar las amenazas y los riesgos sobre los intereses de un estado y su población.

Teniendo en cuenta que los riesgos son transversales y dependientes, como ya se ha indicado, es necesario abordar de manera integral la seguridad para garantizarla, dificultándose la distinción entre las responsabilidades de los elementos tradicionalmente encargados de proporcionar seguridad en un estado. Actualmente es especialmente significativa la dificultad de separar la seguridad interior de la exterior porque muchas de las amenazas son transnacionales o internacionales.

Incluso prácticamente podemos llegar a entender que el concepto seguridad hay que considerarlo como indica el profesor Díez- Nicolás: como seguridad de las personas y seguridad basada en el desarrollo humano sostenible, no como la seguridad de los estados basados en los armamentos[9]. Aunque las condiciones de seguridad clásica (entendida como defensa y seguridad de los individuos) establecen la base para el desarrollo del resto de factores. Así, se deben analizar todos los planos para especificar la seguridad de manera global.

Sin embargo, el estudio se centrará en analizar de manera principal la seguridad frente a los riesgos exteriores en el plano nacional, aunque se verá cómo en el estudio de percepciones se baja al nivel individual de la seguridad ya que las encuestas y otros análisis de los sentimientos lo hacen así. Con estos indicadores de las percepciones se pueden obtener conclusiones generales como se explica a continuación.

 

3.2. La percepción de la seguridad y la inseguridad

Por último, como se ha indicado anteriormente, la seguridad tiene un componente subjetivo intrínseco al estar relacionado con la propia condición humana. Las valoraciones de los mismos cambian por el paso del tiempo y por nuevas circunstancias[10]. Igualmente, el impacto de sucesos significativos afecta gravemente al sentimiento de inseguridad, produciéndose un aumento del mismo especialmente si se plantea de manera sencilla y comprensible por el público general. La cercanía espacial y temporal de los sucesos tiene una incidencia aún mayor.

El profesor Martínez Paricio explica cómo la agregación de sensaciones individuales genera un sentimiento colectivo de seguridad o de inseguridad, tanto si tiene fundamento como si no. Además, esta sensación se retroalimenta e incluso se refuerza si no se ponen los medios para detener las falsas percepciones[11].

Esta visión subjetiva es interesante porque las percepciones sociales se traducen en las políticas públicas de manera más intensa incluso que la realidad a la que tendrían que hacer frente. Por eso, las encuestas y los estudios sobre los sentimientos de seguridad e inseguridad son relevantes para el análisis de las estrategias, directrices, acuerdos y demás decisiones políticas en el marco de la seguridad.

 

3.3. La Estrategia Europea de Seguridad

La Estrategia Europea de Seguridad puede entenderse como una estrategia de seguridad nacional para toda la Unión Europea en su conjunto, o al menos es a lo que debería aspirar. Sin embargo, no presenta todos los componentes que señalan Blanco y De la Corte como aspectos que toda estrategia debe aportar[12]:

  • Concepto de seguridad nacional.
  • Intereses a defender.
  • Escenario estratégico y posición en el mismo.
  • Riesgos y amenazas.
  • Objetivos y líneas de actuación para prevenir y gestionar los mismos.
  • Modelo de seguridad.

 Además, señalan también que son los riesgos y amenazas los que justifican y orientan la planificación estratégica[13]. Esto implica que las percepciones de los riesgos y amenazas deberían ser únicas en el marco de la Unión Europea; o al menos compartidas en su mayoría. Los propios países en general comparten esta visión, como señalan las declaraciones tras reuniones como las de los ministros de Defensa de España, Italia y Portugal: «Los ministros han destacado que la integración europea debe surgir de forma natural y que, habida cuenta del carácter excepcional de la Defensa, es posible realizar avances relevantes en la PCSD de la UE si se recibe el necesario impulso político al más alto nivel. Por consiguiente será primordial adoptar una perspectiva clara y compartida, así como incentivos financieros o fiscales».[14]

 La Estrategia Europea de Seguridad[15] señala los siguientes riesgos y amenazas:

  • Terrorismo.
  • Proliferación de armas de destrucción masiva.
  • Conflictos regionales.
  • Estados fallidos.
  • Crimen organizado.

Además explica cómo están relacionados e incluso cómo se pueden combinar para aumentar exponencialmente la amenaza. Todas estas amenazas están alineadas con las de otras estrategias publicadas en esas fechas, como la estadounidense o la británica.

Una de las críticas que se pueden hacer es que son genéricos, poniendo algún ejemplo pero sin detallar cuáles o de qué regiones exactas son las amenazas principales para la Unión Europea. Además el alcance de la misma es limitado, ya que tampoco, como señala Arteaga, “…podía proponer grandes transformaciones estructurales en la PESD ni imponer obligaciones o compromisos de futuro a los Estados Miembros…”. Por eso sólo pudo progresar donde existía consenso[16].

Estos riesgos son de origen externo pero afectan internamente de una manera o de otra, reiterándose la complejidad de separar la seguridad interna de la externa. Los atentados terroristas realizados en Europa en la última década son el mejor ejemplo del carácter transnacional de los riesgos. La Unión Europea dispone de una Estrategia de Seguridad Interior de la Unión Europea aprobada en el año 2010, pero no puede ser considerada como una política de la Unión.

En la misma se marcan retos, principios y directrices para abordar las amenazas a la seguridad provenientes del terrorismo, delincuencia organizada y catástrofes (naturales y de origen humano). Se establecen cinco objetivos estratégicos con acciones específicas[17]:

  • Desarticular las redes de la delincuencia internacional
  • Prevenir el terrorismo y abordar la radicalización y la captación
  • Aumentar los niveles de seguridad de los ciudadanos y las empresas en el ciberespacio
  • Reforzar la seguridad a través de la gestión de fronteras
  • Reforzar la resistencia de Europa frente a la crisis y las catástrofes

Observamos de nuevo la relación ya que las amenazas internas provienen en gran medida de la situación de inseguridad generada por amenazas externas, que tanto de manera directa como indirecta afectan a la Unión Europea. Para la población en general esta transversalidad no es tan directamente observable, y por ello las percepciones sobre las amenazas pueden ser analizadas a través de la seguridad e inseguridad subjetiva de cada uno de los individuos.

En cualquier caso, como se ha indicado anteriormente, es necesario una visión compartida de los riesgos y de las amenazas para construir una estrategia de seguridad.

Con esta última reflexión finaliza la exposición de los conceptos teóricos del estudio. En el siguiente punto se analiza la percepción de los mismos en los países de la Unión Europea.

 

4. Sensación de seguridad e inseguridad en los países de la Unión Europea

Después de analizar los conceptos que se están tratando, el estudio continúa con la revisión de la percepción de la seguridad en los países de la Unión Europea. Ya se ha señalado que estas percepciones son importantes porque definen las influencias que se generan sobre los dirigentes políticos. El objetivo es determinar si existen patrones comunes de la percepción subjetiva de la seguridad e inseguridad en los diferentes países de la Unión Europea. Una vez determinados se podrán obtener las conclusiones.

4.1. Encuestas

Inicialmente vamos a estudiar una serie de datos y resultados obtenidos y presentados por el profesor Díez-Nicolás[18], que compara principalmente por regiones y países. Si bien no son totales de la Unión Europea, nos permitirán obtener unas tendencias generales sobre la percepción de la seguridad en la Unión Europea.

En ese trabajo utiliza los resultados de un proyecto comparativo internacional The World Values Survey[19], que estudia los cambios de valores en los países y su influencia en la vida política y social. De los datos concluye que en la mayoría de los países desarrollados, y en concreto seis países europeos entre los que se encuentra España, los valores post-materialistas definidos por Inglegart[20] se han reducido. Además existe una correlación directa con los que desean mayor respeto por la autoridad.

Con un análisis de estos datos y otros relacionados concluye que los valores cambian por los niveles de seguridad, y que teniendo en cuenta que los niveles de seguridad han bajado en los últimos años, los valores han cambiado volviendo a menos post-materialismo y un mayor deseo de autoridad. Podemos entender así que la percepción de inseguridad de las personas de estos países aumenta y por ello cambian sus valores.

El profesor Díez-Nicolás, como se indicó, construye cuatro indicadores estandarizados con los resultados de las encuestas: Seguridad Personal, Seguridad de la Comunidad, Seguridad Nacional y el de Seguridad Total que es suma de los tres anteriores. La explicación de la construcción de los mismos es compleja y no es necesario reproducirla teniendo en cuenta la extensión del trabajo. En el ranking de los países según los cuatro indicadores podemos ver grandes diferencias entre los europeos que están en el estudio, pero en el índice de Seguridad Total los países europeos están entre los más elevados.

De estos datos no se pueden obtener conclusiones definitivas pero nos empiezan a enseñar que existen diferencias significativas entre los países europeos en las percepciones de la seguridad y la inseguridad.

 

4.2. Eurobarómetro: generales

Los mejores datos sobre la percepción subjetiva de la seguridad e inseguridad los encontramos en el Eurobarómetro, las encuestas que desde 1973 la Comisión Europea realiza para estudiar la opinión pública de cada uno de los estados miembros[21].

Además de los estándares que de manera periódica consultan sobre diversos temas, se realizan especiales centrados en un asunto de interés y de trabajo de la Unión Europea. En abril del año 2015 se publicó el “Especial 432: Europeans´ Attitudes Towards Security”[22], que constituye la base para este estudio en el análisis de las percepciones de los europeos.

Sin embargo comenzando con los estudios periódicos[23], se realiza en los mismos la pregunta QA19.2[24] que refleja el interés por disponer de una política común exterior, relacionada con la seguridad, y otra concreta en el interés de disponer de una política exterior de seguridad y defensa, QA19.4.

La primera de ellas refleja que el 66% de los europeos se encuentra a favor frente al 23% de que la Unión tenga una política exterior común. Sin embargo existen significativas diferencias entre estados. En los extremos nos encontramos con Suecia que con un 40% a favor y un 53% en contra es la que menos interés tiene y por el contrario en Lituania el 80% está a favor y el 12% en contra. Podemos observar como los países nórdicos, el Reino Unido, Irlanda y Francia (pero éste prácticamente en la media) son los que están debajo de la media mientras que los del este, sur (excepto Malta) y Alemania están por encima.

El mismo patrón de países se reproduce ante la segunda pregunta, pero con una media superior a favor de disponer de una PESD, 76% frente al 16%. Es significativo observar cómo en la mayoría de casos existe una mejoría de la postura a favor respecto al anterior eurobarómetro.

Unas preguntas adicionales se pueden relacionar con la perspectiva de la población de la UE relacionados con la PESC y la PCSD. En la pregunta QA 21.5, los entrevistados expresan su opinión sobre si su país es capaz de afrontar mejor solo los efectos negativos de la globalización. Los resultados muestran que la media europea es de un 66% que no está de acuerdo y un 22% a favor. Sin embargo los países por debajo de la media o por encima no son los mismos que en las preguntas anteriores, por lo que el patrón no encaja. Hay que tener en cuenta que los efectos negativos de la globalización serán entendidos también de manera diferente en cada país y por tanto la utilidad no es muy elevada.

La pregunta QA 15.9 se orienta mejor a las amenazas y desafíos globales. Según la mayoría de los entrevistados, la UE ayuda a afrontar mejor las amenazas globales y los desafíos, 59% frente al 29%. Pero el patrón de países es inverso en su gran mayoría, los nórdicos y los del antiguo bloque soviético en general consideran que sí, que con la UE se afronta mejor; mientras que en el sur son más los países que piensan lo contrario. El Reino Unido por el contrario, con una postura en general contraria a “lo europeo” considera que no se afronta mejor la amenaza y los desafíos, diferenciándose de los otros países que piensan que la UE ayuda a afrontarlo mejor. Este factor contribuye a la explicación de la salida de la Unión Europea.

En un plano más doméstico o al menos con un alcance inferior, se realiza la pregunta QA 15.10 que es si la UE ayuda a proteger a sus ciudadanos. Un 57% considera que sí frente a un 33% que considera que no. Por debajo de esa media se encuentran Grecia, España, Francia, Italia, Chipre, Austria y Eslovaquia.

Continuando esta parte en la que se analizan preguntas más generales, en la encuesta, la pregunta QA 10.14 se orienta a saber si la seguridad como concepto le trae a la mente del entrevistado algo positivo o lo contrario. En este caso el 78% de los entrevistados considera que es positivo mientras que el 18% que es negativo. Los países nórdicos y países de centro y sur son los que piensan principalmente que el término es positivo.

Tres preguntas encadenadas QD4a, QD4b y QD4T son para que el entrevistado elija de entre una serie de opciones cuál es el resultado más positivo de la Unión Europea, como primera, segunda o tercera opción respectivamente. La paz entre los propios estados de la unión está considerada en un 34% en la QD4a como la más positiva. Sin embargo la influencia política y diplomática está muy poco considerada como importante en la primera opción, aumentando como segunda y tercera.

La pregunta QD7 interroga de entre varios elementos cuál es el que mejor reforzaría el sentimiento de ser europeo, Pudiendo elegir cuatro respuestas. De entre las opciones se relacionan dos con la seguridad: Un servicio de emergencia europeo de respuesta ante desastres naturales y Un ejército europeo. Sobre el servicio de emergencia no existe una clara diferencia entre países, que es lo que nos podría interesar ya que el conjunto no tiene valor. Y el caso del ejército europeo es destacable el interés general con respecto el resto de opciones ya que se encuentra entre las más bajas. Además, existen países que claramente no consideran la importancia, por ejemplo España es el más bajo. Otros por el contrario están muy por encima de la media: Holanda, Bélgica, Francia y Chipre. Existe cierta relación con el patrón señalado al principio pero con destacadas anomalías como la española. Por ello hay que inferir que existen otros condicionantes nacionales que pueden influir mucho en esta pregunta y el valor de la misma es relativamente bajo para el estudio.

Como se señalaba en la introducción del trabajo se supone que los valores en la Unión Europea son compartidos por la amplia mayoría y es lo que permite el avance en la construcción europea. Sin embargo existen diferencias significativas entre los porcentajes en los países sobre los valores que representa la Unión Europea como nos indica la pregunta QD8. Valores como la paz, el respeto a la vida humana, los derechos humanos… presentan diferencias de hasta tres veces en diferentes países. Esto es significativo ya que indica cómo se percibe de manera diferente la Unión Europea en los países y cuáles son los fines últimos de la unión.

De la misma manera los valores individuales también son diferentes según la pregunta QD9, con diferencias incluso mayores en cuestiones como la tolerancia, la solidaridad, el respeto a otras culturas… Estos datos nos indican claramente que los europeos son muy diferentes, y supone que los intereses y las percepciones también lo son ya que se generan internamente.

De las primeras preguntas reproducidas del eurobarómetro, no podemos obtener conclusiones específicas, sino solamente unos apuntes. Parece claro que las poblaciones en general consideran positivo un mayor grado de seguridad y que se desarrolle el marco colectivo, pero podemos observar ciertas desigualdades entre los países. En general también consideran que la Unión Europea aporta seguridad o al menos contribuye a mejorarla.

Una vez analizadas cuestiones generales, los siguientes análisis son más específicos de la seguridad y las amenazas.

 

4.3. Eurobarómetro: seguridad

En las encuestas periódicas se realiza una pregunta sobre cuáles son los asuntos más importantes a los que está haciendo frente su país, la pregunta QA3. Pueden ponerse dos respuestas y no son abiertas, sino que se selecciona entre las opciones disponibles. Las cuestiones económicas son las que monopolizan las respuestas, estando el crimen y el terrorismo entre los asuntos menos importantes.

El Eurobarómetro 432, como se ha indicado, es un especial titulado “Actitudes europeas hacia la seguridad”[25] que se realizó entre el 21 y el 30 de marzo de 2015. Como se indica en la introducción del documento, se relaciona con los especiales realizados con anterioridad 371 “Seguridad Interna”[26] y 380 “Conciencia de asuntos domésticos”[27].

El estudio comienza con las preguntas para obtener la percepción global de la seguridad. Como destaca el estudio, el 90% de la población indica que su vecindario y ciudad es un lugar seguro para vivir, y un 80% el que considera que la Unión Europea y su país lo es. Esto nos indica que en general la percepción de la seguridad es buena en el conjunto de la Unión Europea.

En el desglose por países de las preguntas QA1, QA2, QA3 y QA4 podemos observar que los porcentajes agregados de personas que están “totalmente de acuerdo” o “de acuerdo” son muy similares en el conjunto de los países, con pocas excepciones como Chipre, Italia y Bulgaria, que reflejan una inseguridad más local que externa.

La pregunta más importante para este estudio que se encuentra en el eurobarómetro especial 432 es la QA2: ¿Cuáles considera que son los desafíos más importantes para la seguridad de los ciudadanos de la Unión Europea actualmente? A esta pregunta se podían dar 3 respuestas de manera espontánea. Los resultados de manera global son los siguientes:

Como podemos observar el terrorismo se constituye como el mayor desafío en quince de los países de la Unión, siendo la mayoría de los que no lo consideran así países del antiguo bloque soviético o del este de Europa (excepto España, Portugal, Grecia y Austria donde la corrupción, la pobreza y el crimen organizado se imponen).

En el anexo podemos observar los datos de cada uno de los países incluso comparados con los del último especial relacionado con la seguridad ya indicado anteriormente Eurobarómetro Especial 371. En esta comparación podemos observar un importante detalle que nos obliga a tener aún más cautela con los datos estadísticos. Como se señaló en el marco teórico, la influencia de hechos puntuales recientes sobre las percepciones de seguridad e inseguridad es significativa. Así, se puede observar como la preocupación por los desastres nucleares se reduce prácticamente en todos los países. El factor clave que puede influir en esta reducción y que se destaca es que las encuestas de campo del nº 371 se realizaron del 4 al 19 de junio de 2011 cuando el desastre nuclear de Fukushima se produjo el 11 marzo de ese mismo año y en esos momentos en todos los medios de comunicación existían noticias relacionadas[28].

De la misma forma podemos entender que el aumento del terrorismo en la encuesta puede estar influenciado por los sucesos de Charlie Hebdo de enero de 2015 y el auge del Daesh ya que las encuestas se realizaron del 21 al 30 de marzo. E igualmente el aumento de las guerras civiles y guerras sobre todo en los países del este por los sucesos de Crimea y el resto de Ucrania.

Pero no por este hecho podemos dejar de valorar las encuestas, si no que se debe tener presente para el análisis y la obtención de conclusiones; y sobre todo debe considerarse cuando lo que se quiere realizar son políticas públicas y estrategias que no pueden ser a corto plazo.

Otra interesante pregunta que consideramos en el estudio es la QA3 que subdividida en cinco, pregunta qué grado de importancia le conceden para la seguridad interna europea al crimen organizado, al terrorismo, al cibercrimen, a la gestión de las fronteras externas de la Unión Europea y a los desastres naturales o generados por el hombre.

En estos datos volvemos a observar el aumento del terrorismo y una reducción de los desastres, confirmando lo expuesto anteriormente. En el análisis por países podemos ver cómo el aumento de la preocupación por el terrorismo no es tan elevado en los países del este e incluso se reduce en algunos (Bulgaria, República Checa, Estonia, Letonia, Finlandia, Suecia).

Por último, la pregunta QA6 subdividida en cuatro, pregunta si están de acuerdo con que las siguientes cuestiones pudieran significar una amenaza para la seguridad interna europea: excusión social, pobreza y discriminación; guerra o inestabilidad política en regiones fuera de la UE, ideologías extremistas y el cambio climático y la contaminación.

De estos resultados vemos que no existen notables diferencias entre países en los dos primeros asuntos, siendo alto el porcentaje medio total de acuerdo con que podrían constituir una amenaza para la Unión Europea (84 y 86% respectivamente). Sin embargo hay mayores diferencias en que el extremismo ideológico pudiera serlo. En países del este de Europa hay más de diez puntos porcentuales menos que la media en considerarlo una amenaza (Estonia, Letonia Lituania, Rumanía y Eslovaquia).

Una vez observados todos estos datos de los que se han destacado hechos significativos, el estudio continúa agrupando los mismos y obteniendo conclusiones relevantes.

 

5. Integración de los resultados

A lo largo del análisis de los datos se han ido destacando aseveraciones que nos orientan hacia una conclusión. Pero para presentar de una manera más clara y comprensible la integración se realizará sobre un mapa.

Inicialmente se representan los datos de la pregunta QA2 del eurobarómetro especial 432 para ver gráficamente cómo se distribuye espacialmente la percepción de los retos o desafíos a la seguridad de la UE.

Podemos percibir ya que la periferia presenta diferencias con el centro de la Unión Europea, como a lo largo del estudio se ha ido observando.

A continuación, se representa los países que hemos destacado en el patrón observado inicialmente que consideraban que la UE ayudaba a afrontar las amenazas globales, pregunta 15.9 del Eurobarómetro estándar.

Otras dos representaciones gráficas son interesantes para el estudio de los datos, la de las respuestas de las preguntas del Eurobarómetro Especial nº 432, la QA6.2 y QA6.3.

A continuación podemos ver los cuatro mapas con los datos:

Con estas representaciones y los datos anteriores podemos señalar que existen diferencias entre los países pero salvo que se realizara un estudio en mayor profundidad de carácter estadístico más complejo es difícil determinar agrupaciones de los países.

Sin embargo de manera reiterativa se produce una diferencia en los datos entre países del este de Europa y países del centro y sur. Podemos señalar a Suecia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia, Hungría que suelen diferenciarse de otros como Francia, Holanda, Bélgica, Austria, Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda, Italia, Malta y Chipre. Existen otros países que son más difíciles de encuadrar, como Alemania, Reino Unido, España, Portugal y Grecia.

La explicación de los resultados de los tres últimos entre los que está España puede ser que la crisis económica influye determinantemente en las respuestas.

En el caso del Reino Unido, su tradicional personalidad, su peculiar situación actual y su insularidad pueden tener una gran influencia.

Por último, Alemania se encuentra en algunas respuestas más allegado a los primeros del este y en otras al resto. Observando solamente los resultados expuestos es difícil inferir una explicación pero podríamos señalar que la vinculación a ciertos países del este; y precisamente que muchos alemanes provienen de la antigua República Democrática Alemana que pertenecía al bloque soviético, es la causa de sus percepciones.

Como comentario final y concluyente de este análisis se puede afirmar que esta agrupación entre países del este y países del resto de Europa puede observarse en muchas de las encuestas analizadas y por tanto genera una visión o percepción diferente de la seguridad e inseguridad subjetiva en estos dos grupos.

 

6. Conclusión

A través de este análisis que como se ha indicado por la extensión y limitaciones intrínsecas no puede ser todo lo profundo y analítico que se exigiría para determinar de manera inequívoca unas conclusiones irrefutables, pero que nos permite obtener unas conclusiones válidas, hemos observado que las diferencias de percepción entre los países de la Unión Europea existen.

En concreto las percepciones de la seguridad y la inseguridad subjetiva son diferentes porque los países se encuentran en una posición espacial y han sufrido una evolución temporal; y las relaciones entre los países también tienen influencia en las mismas.

Se ha indicado también que las encuestas son válidas pero que en ciertos aspectos la subjetividad existe por la influencia de hechos puntuales en los resultados. Por eso en el análisis hay que ser cauto y tenerlo presente.

Así, una vez expuesto el marco teórico y analizados los datos estadísticos podemos concluir con las limitaciones presentadas que la hipótesis planteada inicialmente es parcialmente correcta: Las percepciones de seguridad e inseguridad de los países de la Unión Europea son diferentes en tal grado que dificultan de manera grave la construcción de un único espacio o sistema de seguridad.

No podemos afirmar que sea correcta completamente porque el planteamiento inicial probablemente fuera de mayor alcance para un estudio de estas características. Podemos afirmar que existen diferencias en las percepciones que afectan a la construcción de un único sistema de seguridad; pero tanto el grado de diferencia entre las percepciones y la gravedad en que afecta no ha podido ser determinada en el estudio.

Para haber podido completar estos resultados, el trabajo debería ser más extenso y exigiría realizar una serie de estudios estadísticos y analíticos complejos que analizaran los datos, tanto los disponibles como otros obtenidos específicamente. Es probable que para llegar a poder confirmar los resultados de manera inequívoca hubiera que llegar a la realización de encuestas entre los miembros de los gobiernos y de la Unión Europea que tienen responsabilidad en la creación del espacio de seguridad. Pero ese trabajo excede las limitaciones de este tipo de estudio.

En cualquier caso, los resultados obtenidos son interesantes y trascendentes para observar la situación compleja de la seguridad en la Unión Europea.

Como hemos podido observar, es difícil establecer un patrón único de sentimiento de la seguridad e inseguridad en la Unión Europea. Sin embargo se detecta de manera clara a través del estudio teórico que las amenazas y riesgos no son percibidos de la misma manera; porque para la construcción de los mismos se parte de las percepciones individuales. Por eso se puede afirmar que la definición de unos riesgos y amenazas comunes para toda la Unión, que servirían de base para la estrategia común, es muy complicado. Así se deberán realizar acuerdos que compaginen los intereses de todos los miembros, pero es probable que como hasta ahora los acuerdos sean parciales y demasiado amplios, ya que lo que en unos países se considera una amenaza prioritaria para otros no lo serán.

Además, debido a la falta de disponibilidad de datos y a la limitada extensión de este tipo de trabajo no se han podido analizar las causas de las diferencias, ni los orígenes o motivaciones de las percepciones de la seguridad e inseguridad subjetiva.

En cualquier caso, se puede esbozar una teoría explicativa apoyada en los datos obtenidos que coincide con la visión popular y tradicional. Se pueden distinguir dos bloques principales de países que en líneas generales son los del este de Europa y el concepto de la Vieja Europa. En estos bloques observamos ciertas tendencias diferentes en percibir las amenazas. En la Vieja Europa la amenaza terrorista es la principal y mayoritaria, así como la consideración de los extremismos ideológicos como un asunto de importancia. Por el contrario, en los de la zona oriental, la percepción de que estas amenazas sean prioritarias es menor. La clave la podemos encontrar en que su percepción es que tienen otra amenaza como prioritaria de carácter exterior: Rusia.

Si bien esta afirmación no la podemos basar datos directos de las encuestas y constituye una aportación adicional al trabajo que exigiría un estudio particular. Pero si tenemos en cuenta las declaraciones de dirigentes y las actividades diplomáticas que se están realizando es bastante probable que esta sea una causa explicativa.

Pero las posiciones no son diametralmente opuestas, si no que las amenazas también son percibidas de manera cruzada pero en menor grado. Incluso otros intereses de los estados perciben a Rusia u otras amenazas y riesgos no como amenaza, sino como oportunidad, al menos parcialmente al no considerarla una amenaza existencial. Esto hace aún más difícil la definición de una estrategia única para la gestión, agravado por las dependencias entre los países fruto de la historia común de Europa y de las relaciones comerciales y sociales.

Por comparación y por la relación íntima que tiene, se puede afirmar que este mismo hecho es el que se produce en la gran organización proveedora de seguridad para Europa, la Organización del Atlántico Norte. La mayoría de los países de la Unión son miembros de la OTAN y en la actualidad se está definiendo en el marco de la misma a Rusia como la gran amenaza que se cierne sobre los países de Europa.

Esta diferencia de percepciones debe ser tenida en cuenta para la definición de una verdadera estrategia de seguridad de la Unión Europea que las integre y satisfaga así los intereses de los miembros. Si se logra, se podrán definir los medios y los procedimientos para garantizar esa seguridad, como podría ser un único ejército europeo o los procedimientos para que la contribución de los ejércitos nacionales sea eficaz.

Para finalizar, este trabajo constituye un ejercicio de reflexión sobre la seguridad de la Unión Europea que debe ser mejorada entre todos los miembros de una manera más desprendida; ya que de verdad demostraría la voluntad de construcción de una nación europea.

Julio Ortega García es Comandante de Infantería. Diplomado en Estado Mayor. Especialista en Defensa NBQ y CIED. Analista de Operaciones en el Centro de Situación del Estado Mayor del Ejército de Tierra. E-mail: jortga1@et.mde.es

 

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Anexo: Tablas de datos

Eurobarómetro estándar (pulse en la imagen para ampliar)

QA 19.2

QA 19.4

QA 21.5

QA 15.9

QA 15.10

QA 10.14

QA 4a

QA 4b

QA 4T

QD7

QD8

QD9

QA3

 


[1] ISO-MARKKU, Tuomas. Europe´s changing security landscape. FIIA BRIEFING PAPER 165. The Finnish Institute of International Affairs: Diciembre 2014.

[2] GOWAN, Richard y WITNEY, Nick. Why Europe must stop outsourcing its security. ECFR/121. European Council on Foreign Relations. 2014

[3] ISO, José María. Evolución de los presupuestos de defensa europeos durante la crisis. Análisis Grupo de Estudios en Seguridad Internacional 24/2015. GESI. Granada: 2015.

Disponible en http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/evoluci%C3%B3n-de-los-presupuestos-de-defensa-europeos-durante-la-crisis . Último acceso el 16 de abril de 2016.

[4] European Defence Agency. Por ser más común se emplearán en este documento las siglas en inglés.

[5] Traducción del autor. CONLEY, Heather. Euro-Atlantic Approaches to Security and Reconciling NATO and the EU. ISN, Center for Security Studies (CSS). Zurich: 2014

[6] Teniendo en cuenta como se expondrá posteriormente que en la actualidad existe una relación y una interacción entre los riesgos y las amenazas interiores y exteriores haciendo necesario la creación de un espacio de seguridad transversal o global.

[7] JAIME, Óscar, DE LA CORTE, Luis y BLANCO, Jose María (2014). Aproximación a la seguridad nacional. En DE LA CORTE, Luis y BLANCO, Jose María. Seguridad Nacional, amenazas y respuestas. LID-Editorial. Madrid.

[8] Ibíd. Pág. 23.

[9] DÍEZ-NICOLAS, Juán. Óp. cit. pág. 2-3.

[10] MARTÍNEZ PARICIO, Jesús I. (2007). Seguridad e inseguridad en la opinión pública de la Unión Europea. Pág. 33. Observatorio de Seguridad. Ayuntamiento de Madrid.

[11] Ibíd. Pág. 34.

[12] JAIME, Óscar, DE LA CORTE, Luis y BLANCO, Jose María. Op. cit. pág. 31.

[13] Ibíd. Pág. 35.

[15] Disponible en http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cmsUpload/031208ESSIIES.pdf . Último acceso 16 de abril de 2016.

[16] ARTEGA, Félix. Cap. 1. La política europea de seguridad y defensa en MORA, Enrique (Coordinador). La Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) tras la entrada en Vigor del tratado de Lisboa. Cuaderno de Estrategia nº 145. IEEE. Madrid: 2010, pág. 37.

[18] DÍEZ-NICOLAS. Opus cit.

[20] Teoría explicada en THORMOS, Raül. Valores postmaterialistas y aprendizaje político, adulto. El cambio de valores intracohorte en Europa occidental. Revista Española de Investigaciones Sociológicas 140, octubre-diciembre 2012, pp. 89-120. Pág. 94-96.

[21] http://ec.europa.eu/COMMFrontOffice/PublicOpinion/ Último acceso 16 de abril de 2016.

[23] Para este trabajo se ha utilizado el Estándar Eurobarometer nº 82. Disponible en: http://ec.europa.eu/public_opinion/archives/eb/eb82/eb82_en.htm . Último acceso 25 de abril de 2016.

[24] Todas las preguntas a las que se hace referencia en el documento se encuentran disponibles en el ANEXO.

 

Editado por: Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI). Lugar de edición: Granada (España). ISSN: 2340-8421.

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