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Nuevo orden y revoluciones no violentas

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Análisis GESI, 11/2018

Resumen: El presente artículo expone desde la posmodernidad el resurgimiento de procesos identitarios en los que se superaron tabúes limitantes para la expresión del individuo político, se activó la necesidad de reforma constante y comenzó a reafirmarse la reconstrucción de identidades culturales, políticas, sociales y territoriales que desde el final de la Guerra Fría afloraron.

Se pretende indagar con base en el anterior contexto si ha existido referencia de levantamientos colectivos “no violentos” al interior de países que se encuentran bajo regímenes que distan de la actual visión democrática. De ser así, posiblemente seria causal de la división de la opinión pública frente a la aprobación o rechazo de dichas estrategias generadas en la dinámica internacional.

Por un lado constan quienes apoyan una visión acerca de la coexistencia entre dichas estrategias y la ultra derecha; por otro lado, quienes dogmatizan que las reelecciones presidenciales  se han tornado en imposiciones despóticas electas democráticamente. La posmodernidad sentimentalista es impredecible, aprovechable, pero no maleable. Es un contexto que contiene cantidad innumerable de demandas sociales hacia el sistema de gobierno de cada país, aspecto natural en las relaciones asimétricas de poder,  por esta razón para los analistas el contexto de estas relaciones no varía, pero las mismas los enfrentan a desafíos que matizan la continuidad del orden.

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Introducción

Los regímenes existentes durante el periodo de la Guerra Fría, reconocieron la importancia de las ideologías de los pueblos, como una herramienta que desde las masas podía transformar la realidad nacional e internacional, afectando positiva o negativamente el poder de la organización estatal.

El régimen liberal, al igual que otros regímenes no liberales, vivió un proceso de construcción social, político, y económico que necesitó de tiempo suficiente para que la democracia pudiera consolidar la organización territorial.

Sin embargo la real democracia, continua sin una definición o ejemplo claro en la realidad; está ha sido reinterpretada, adaptada y criticada, por personajes desde la misma población hasta por estudiosos o dirigentes políticos a la cabeza de las mismas y desde otros regímenes, que la perciben como una amenaza.

Recientemente el reconocido Modelo Democrático impone un fenómeno, el cual nació y ha tomado fuerza en la posmodernidad. Las Revoluciones No Violentas impactaron desde su primera aparición en el Este de Europa, principalmente por su antecedente directo: las revoluciones marxistas; caracterizadas por desarrollarse en planos más pequeños con respecto a las guerras mundiales, las fronteras.

Fue inesperada la llegada de una nueva mutación revolucionaria, menos aun cuando esta es patrocinada por y para el propio interés de los regímenes liberales, principales afectados por las Guerras De Guerrillas.

La amenaza que profesan las Revoluciones No Violentas, también llamadas democráticas o liberales; junto al Modelo Democrático occidental se trasladan en contra de regímenes tachados de incapaces para garantizar el pleno desarrollo de una vida ideal, alcanzando el calificativo de regímenes autoritarios.

La dinámica de estas nuevas revoluciones ha radicado en la complejidad, tanto la  que enfrentan los regímenes establecidos, al igual, que para las grandes masas revolucionarias al intentar a través de su organización realizar actividades que desestabilizan la organización territorial arraigada.

Se pensó que con el segundo caso y últimos hechos presentes, de las Revoluciones Democráticas en Oriente Medio, que impactaron al mundo, a los medios de opinión y al mundo árabe en general; se habría advertido a ciertos Estados del mundo posmoderno el advenimiento de la Cuarta Ola Democratizadora. 

Pese a lo anterior, no se han vuelto a consolidar hechos revolucionarios no violentos de las mismas características y magnitud que tuvieran éxito, como fueron algunos de los casos en las regiones ya mencionadas que vivieron una serie de transiciones con miras a alcanzar la democracia.

En la actualidad más próxima, han existido procesos urbanos latentes en regímenes autoritarios y democráticos que han sido influenciados indirectamente por Las Revoluciones De Colores del Este de Europa o La Primavera Árabe en Oriente Medio; al igual que directamente, por las inconsistencias en su nivel de vida como causa del mínimo protagonismo de la sociedad en la política. Los dirigentes de las sociedades consideran, la posibilidad de que estas ejecuten la amenaza para la estabilidad política contra el régimen no liberal, recurriendo a herramientas virtuales, políticas económicas y sociales, que ofrece el Modelo Democrático.

 

Nuevo orden, nuevas complejidades

La promoción de procesos políticos, económicos y sociales ejecutados inicialmente por los Estados han formado la Realidad Global y Local del mundo, estos regularon las relaciones internacionales hasta la incursión de nuevos actores protagónicos no estatales, que perduran en la posmodernidad. En este texto son de interés los actores relacionados con sucesos violentos, económicos y sociales; que obligaron a los Estados-nación a establecer nuevas medidas adaptándose a interacciones diferentes y a nuevas condiciones. De ningún modo ha sido posible predecir la transformación de una sociedad en el corto o largo plazo, menos en espacios actuales, desglosados de la comunicación, como son las redes sociales que se han adherido al protagonismo mundial que tiene la opinión pública, propagando la inclusión, relacionando culturas y fragmentando las identidades de las mismas que anteriormente fueron delimitadas por fronteras.

A partir del final de la Segunda Guerra Mundial, la diplomacia cultural[1] reguló las relaciones, estatales y no estatales, de actores gubernamentales y no gubernamentales en medio de la conexión mundial que había emergido gracias al desarrollo tecnológico de la información y la comunicación. (Saddiki, 2009) La herramienta diplomática permitió un canal de dialogo entre los Vencedores, Estados Unidos y la Unión Soviética al final de la guerra, para tomar decisiones sobre el futuro del escenario europeo, dividido a causa de la caída alemana. En efecto como ha señalado Hobsbawn, “Los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto global de fuerzas establecido al final de la S.G.M, lo que suponía un “equilibro” de poderes” (1994, pág. 234)

Sin embargo para los Vencedores las decisiones se complicaron en la medida en que ambos poseían modelos “apropiados”, Capitalismo y Comunismo, que podían estructurar el orden mundial. Gracias a sus capacidades militares y económicas direccionaron una nueva disputa mundial, transformándose en los antagonistas que protagonizaron en el sistema la Guerra fría. Estados Unidos (EE.UU.) junto a los países occidentales defendían un conjunto de ideales sobre la libertad, los valores y la democracia, bajo los cuales conformaron el bloque occidental; en contraste la Unión Soviética (URSS) junto a los países afines a esta, defendían los ideales sobre la nación, los trabajadores y la equidad social, constituyendo el bloque de la cortina de hierro.

Mientras a EE.UU. le preocupaba una posible supremacía de la URSS en el futuro, a Moscú le perturbaba una posible consolidación hegemónica estadounidense en el presente, especialmente en las partes del mundo que no estaban siendo ocupadas por el ejército rojo. (Hobsbawn, 1994)

En retrospectiva se puede apreciar que los conflictos tradicionales concretados en las guerras mundiales entre Estados, en su característica de enfrentamientos simétricos y convencionales que perseguían intereses territoriales, sufrieron en la evolución histórica una mutación significativa con la incursión de combatientes asimétricos, en el que el actor central se constituiría por el Sujeto ciudadano, que distaría de las motivaciones, objetivos, y tácticas de los conflictos clásicos caracterizados por una política de identidad, en la que contaban con apoyo popular, manejaban una economía autónoma y centralizada, es decir, tenían capacidad de supervivir con sus propios recursos. (Kaldor, 2001)

Sin  embargo como lo registra Zelik (2011), “El final del enfrentamiento de los bloques aparece en este contexto como una ruptura histórica, que hace que las constelaciones bélicas entre Estados —simétricas— sean sustituidas por las asimétricas. (pág. 171)[…] es el escenario de la guerra fría en su epilogo el evento que registra para la historia a manera de punto de inflexión la incursión de los nuevos actores que para la humanidad significarían el retorno a las escenas superadas en westfalia.

La caída del muro de Berlín “el muro ideológico “marcó el final de la Guerra Fría, contrario a lo esperado, se registró la continuidad e inicio de más de 108 conflictos. Ciertos  conflictos armados prevalecieron de las guerras locales clásicas; otros, llamados “guerras civiles” fueron resultado de las fracturas políticas, económicas o sociales que mutaron en el cambio de contextos. (Sánchez, 2001).

 

El hegemón, los sujetos como nuevos actores de la Tercera Imagen[2]

El nuevo actor, tiene como propósito imponer sus intereses étnicos, económicos,  religiosos o culturales, que afectan a la soberanía, la estabilidad de los sistemas de gobierno y la integridad de los territorios; emprendiendo, a través de mecanismos violentos como no violentos, la materialización de organizaciones armadas de tipo terrorista y movimientos articulados por infinidad de motivaciones. En cualquiera de los dos casos se constituyeron en Sujetos transformadores de estructuras gubernamentales, capaces de propagar su legado e interactuar traspasando las fronteras estatales desdibujadas.

1991 marcó el comienzo del choque cultural que causó la separación de Repúblicas Soviéticas, la culminación del sistema bipolar y finalmente la proclamación del orden unipolar por parte de la supremacía capitalista, (Vargas, 2011)[...] que pretendió implantar un modelo de capitalismo neoliberal globalizado, a través de la propagación de la democracia liberal a todos los rincones del mundo, para finalmente continuar con el proyecto de inclusión cultural, iniciado en la Guerra Fría causa de la política de contención, destinado a los Sujetos de la tercera imagen. Sin embargo lo que estaba por verse era la forma como pretenderían implantar dicho modelo.

Condescendiente al nuevo orden, surgieron expectativas sobre seguridad a la par de nuevos conflictos que estremecieron al mundo, como resultado de un proceso de evolución. El término de “nuevas guerras” acuñado por Mary Kaldor; considerada como aquellas que afectan la integridad de la población civil a través de acciones de actores armados, quienes actúan por la obtención de recursos, tomo vigencia. (Kaldor, 2001)

Anexamente Van Creveld (1991) aportó, a las nuevas dinámicas de inseguridad, que el sentido de la guerra se transforma de racional a irracional, es decir, los nuevos conflictos dejaron de perseguir fines políticos, pasando a impulsar las masas por otros fines de orden religioso, cultural tecnológico o étnico.

Es así como los conflictos, revoluciones o guerras nuevas, prevalecen en la posmodernidad con características de los últimos cien años: actores, objetivos, contexto espacial, impacto humano, economía política y estructura social del conflicto; son variables que no han cambiado radicalmente, las revoluciones se han desarrollado en escenarios similares a los ya existentes, (Newman, 2004) [...] de los cuales, es de vital importancia en esta investigación; el colapso de la autoridad pública. La diferencia radica en los factores que hoy mantienen focalizados a los actores y en el papel de los medios de comunicación.

Por lo expuesto y acudiendo a Jesús de Andrés & Rubén Ruiz Ramas al citar a Tilly, es necesario enfatizar que una revolución consiste en “una transferencia por la fuerza del poder del Estado, proceso en el cual al menos dos bloques diferentes tienen  aspiraciones, incompatibles entre sí, a controlar el Estado, y en el que una fracción importante de la población, sometida a la jurisdicción del Estado que apoya las aspiraciones de cada uno de los  bloques“. (De Andrés & Ruiz, 2009, p. 3)

En este contexto de nuevos actores asimétricos, ya no solamente el Estado era único Sujeto en el sistema, sino que de personalidad jurídica gozaba incluso el sujeto ciudadano. En el gobierno del Presidente Bush se presentaron los atentados del 11 de septiembre de 2001, ejecutados por una célula de la organización religiosa[3] Al Qaeda en cabeza de su líder Osama Bin Laden, (Saddiki, 2009)[...]provocando que la influencia del Hegemón empezará a tornarse insuficiente, las “nuevas” víctimas eran civiles y la incertidumbre frente al terrorismo revelo que un Estado incapaz de garantizar la seguridad para su población civil, al interior de sus fronteras, es inexperto para liderar un gobierno mundial.

En síntesis el atentado fue un hecho que produjo cuatro fenómenos políticos de relevancia; la incapacidad del Hegemón para imponer modelos de orden y seguridad colectiva sobre aquellas regiones geográficas a donde las instituciones no habían llegado; la universalidad de la secularidad y la libertad individual fueron reemplazadas por la religión, otros factores culturales, como la etnia y el nacionalismo; los valores modernos y la evolución occidental, se vieron derrumbados y esto llevo a cuestionar la teoría del choque de las civilizaciones por Samuel Huntington en 1996; finalizando, el ataque fracturó la defensa del Estado más poderoso del mundo, convirtiéndolo en el más vulnerable. (Molano, 2011)

La política exterior “mundial”, la agenda estadounidense, cambio el punto uno de las drogas, por la lucha contra el terrorismo; la cual es una competencia, (Nye, 2003) desencadenando decisiones “erradas” de la diplomacia de defensa:

  1. La  guerra contra el terrorismo fue definida por el presidente George W. Bush como una doctrina neoconservadora[4], intervencionista y unilateral, en oposición al ataque del 11-S en contra de la Yihad global. (Molano, 2011)
  2. La guerra preventiva, ejecutada contra Irak en el año 2003, bajo la diplomacia de defensa, traspasaron los límites del Derecho Internacional;
  3. El “sentimiento antiamericano” desarrollado por los Sujetos en el mundo por las declaraciones y acciones anteriores.
  4. Estados Unidos al implementar su Hard Power[5] debilitó el Soft Power[6], su imagen se vio afectada por la guerra, los costos económicos y los costos humanos que desdibujaron la paz del mundo. (Nye, 2003)

En un escenario posterior al 11 de septiembre se entendió, que el exceso del Poder blando hacia inestable la seguridad del Estado; y el exceso del Poder duro destruía el atractivo estatal.

La política exterior norteamericana retorno al propósito de extender la democracia a todos los rincones del mundo, esta iniciativa dio fruto a partir del año 2000 al registrarse como algunos países del ex bloque Soviético, cuyos pobladores recibían el influjo de las tesis libertarias y de desarrollo, se fueron contagiando jalonando procesos democráticos revolucionarios que darían al traste con gobiernos caracterizados por rancias dictaduras, que distaban del modelo de democracia liberal.

Las revoluciones de colores así denominadas en el Este de Europa, identificadas como procesos revolucionarios en la posmodernidad, revaluaron el concepto de conflicto; la revolución Negra del año 2000 en Serbia se identificaron como Otpor (“resistencia”), la revolución Rosa de 2003 en Georgia identificados como Kmara (“Basta”), la revolución Naranja de 2004 en Ucrania identificados como Pora (“Es el momento”), o  la Revolución de los Tulipanes de 2005 en Kirguistán identificados como kelkel (“Renacimiento y brillo de Dios”). (Rodríguez A. R., 2014)

Los casos anteriores son aquellos que desde la teoría del concepto de revolución, se diferenciaron por el no uso de la violencia. Defendieron y movilizaron intereses sociales hacia la consecución de la libertad democrática, como movimientos revolucionarios entre el 2000 y el 2005, liderados por bases estudiantiles que rechazaron el régimen autoritario. Las llamadas revoluciones de colores reciben este nombre por la utilización de simbología no violenta como colores o nombres de flores, que identificó la demanda de nuevos líderes políticos. (Rodríguez A. R., 2014)

Observando desde otras esferas geográficas las decisiones de Hard Power no terminaron las relaciones con el mundo árabe, al contrario, el gobierno Bush descubrió que el origen del terrorismo provenía del descontento multitudinario, compuesto por Sujetos ciudadanos[7] que vivían bajo gobiernos autoritarios, razón por la cual decidió intervenir de manera no violenta en Medio Oriente. Su Soft Power fue ideal para intervenir de manera indirecta, el discurso vendió a la libertad democrática como herramienta democratizadora que los liberaría de los opresores. (Korstanje, 2011)

Para el año 2009 Barack Obama al llegar a la presidencia de los Estados Unidos y reconocido como un personaje carismático, logró suavizar la imagen violenta, al interior y al exterior del Estado. Su gobierno no proclamó la plena ejecución del Poder blando o la desaparición total del Poder duro, adoptando políticas que equilibraran el uso del poder, es decir, [...] acudieron al Smart Power o poder inteligente; a través del cual se logra persuadir y utilizar los conductos diplomáticos adecuados, es decir, incrementar la imagen estatal a través de las relaciones pacíficas. La cooperación se construye sola, en la medida en que los estados de modo autónomo decidan, acercarse a Estados Unidos para la obtención de objetivos similares. (Nye, 2003)

A partir del año 2010[8] se producen estallidos populares en el Norte de África, algunos analistas inicialmente lo calificaron, como algo surgido de la espontaneidad sin muchas repercusiones en la región, sin embargo los hechos a manera del efecto dominó transitaron desde Túnez, Egipto y Libia contagiando la región de un espíritu de cambio y renovación política.

El impacto de los acontecimientos llamaría la atención de la sociedad internacional al observar la manera como oleadas de manifestantes lograban contra todo pronóstico sus propósitos. El internet, las redes sociales, el descontento y la pérdida de temor avivarían en el sistema la revolución.

Siguiendo este orden de ideas, estos eventos recibirían diversos calificativos, unos la llamaban la Primavera Árabe, (Hortal, 2014) otros la revolución dominó, (Topper, 2011) la revolución Árabe (Woods, 2011) y finalmente Ignasi Muntané en documentos de seguridad y defensa No 50 de la Escuela de Altos Estudios de la defensa de España las denominaría las revueltas Árabes. (Las revueltas Árabes en el norte de África, 2013, p. 11)

Una y otra denominación describen los acontecimientos como un fenómeno, o proceso caracterizado por las revueltas sociales, los alzamientos populares, las protestas y las manifestaciones que en particular no respondían a ninguna ideología concreta (Mantuné Rodríguez, 2013) pero que articulaban una diversidad de sectores, ante reclamaciones de índole social y económico, en una expresión revolucionaria que logró la caída de los regímenes políticos existentes.

En perspectiva se podría deducir que los levantamientos o Primavera del norte de África respondieron a la teoría de la revolución que en su acepción refiere al “hecho social, cultural y/o político que supone una transformación radical y profunda de una sociedad –o de una importante parte de la misma– en relación con su pasado más inmediato” (Alonso, 2012, p. 449) considerando que los procesos produjeron la ruptura del statu quo.

Siendo más exactos y acudiendo a Alonso al citar a Luis Villorio, para evidenciar un proceso revolucionario este debe contener como mínimo el ejecutarse por medio de un movimiento amplio de masas, que obedezca a la ruptura social y jurídica y finalmente que pretenda reemplazar el poder político imperante. (Alonso, 2012)

Particularmente es importante destacar que el concepto de revolución tiene implícito, en un grado ostensible, la violencia política y la social como parte integral del proceso, que la justifica, como lo expone Martínez, “la razón se funda generalmente en el supuesto de que a través del uso de la violencia como medio se realiza un mal menor o un mal para un número reducido de personas, con la finalidad de obtener un bien mayor o una mejoría para una mayoría de personas”, (Martínez, 2007, p. 192) concepto que hoy día es rebatible al constatarse que los procesos modernos se distancian de dicha práctica como es el caso de las revoluciones de colores, democráticas o árabes.

Profundizar en las revoluciones democráticas, permite reafirmar el porqué de la posición, de estos movimientos, y de su alcance. En la era posmoderna, este u otro tipo de acontecimientos se transmiten de manera inmediata a cualquier rincón del mundo, la información recibe rechazo o acogida dependiendo los sujetos y el contexto.

El autor estadounidense Gene Sharp con su libro de la Dictadura a la Democracia logro propagar las estrategias y tácticas, que desde “su pensamiento” contra los gobiernos autoritarios o semi autoritarios, la acción de los Sujetos ciudadanos a través de estrategias para liquidarlos políticamente.

Este manual de revolución, alimenta las expectativas, que terminan por materializar la acción no violenta, para la cual se necesita que los líderes exterioricen la inconformidad colectiva al sistema internacional, encontrando aliados, como el apoyo económico que brinda la política exterior estadounidense, para las actividades del movimiento, en nombre de la democracia y de los “intereses cooperativos”.

 

Revoluciones Democráticas en la posmodernidad

El fenómeno de los acontecimientos revolucionarios no solo marcó la historia del siglo XXI; se tomaron como evidencia, del cambio generado en los sistemas de gobierno de algunos países, así como para realizar estudios analíticos de sus particularidades dando como resultado factores, actividades y los mecanismos determinantes de estos hechos; a fin de establecer metodológicamente si su concreción se debió a la espontaneidad de las masas o a una estrategia definida.

Por lo cual es importante destacar los aspectos más relevantes en la dinámica de los alzamientos revolucionarios posmodernos, encontrando factores determinantes como las motivaciones, la población, las organizaciones, las Nuevas Tecnologías, los medios de comunicación, los discursos y mensajes, y las formas de lucha.

Los levantamientos de grupos sociales, han sido conformados por sujetos ciudadanos, que a través de las revoluciones no violentas, e independiente del lema utilizado junto a símbolos que los identificaron, tuvieron como objetivo lograr desestabilizar a los regímenes tradicionales, a los cuales juzgaron como autoritarios a partir del poco conocimiento y reciente conciencia crítica sobre las leyes bajo las que habían desarrollado su personalidad jurídica, en calidad de sujetos.

Para el caso de las revoluciones del este de Europa en los antiguos Estados del área de influencia soviética surge como característica política la motivación de las necesidades de cambio frente a regímenes autoritarios y tiránicos, así calificados por occidente, los cuales mediante procesos electorales amañados pretendían perdurar en el poder. (Zubelzú, Ghougassian, Cúneo, & Orué, 2007)

El panorama descrito, aumentaría las huestes nacionalistas que esgrimían las banderas libertarias ante el sometimiento, aun del rancio modelo soviético; frente a evidentes contradicciones de los regímenes corruptos y autoritarios, los movimientos sociales, así como sectores de la sociedad civil reclamarían la legitimidad de sus acciones.

Como consecuencia de este ambiente de confrontación política y social se produjeron alzamientos populares  para revertir los procesos electorales y la trasformación de los regímenes políticos de Serbia (2000), con la revolución Bulldozer emprendida a partir del movimiento OTPOR[9] (resistencia); Georgia (noviembre de 2003), revolución rosa iniciada por el KMARA[10] (Suficiente); Ucrania (noviembre y diciembre de 2004), revolución naranja resultado del PORA[11] (Ya es hora); y finalmente en Kirguistán (marzo de 2005) se generó la revolución de los tulipanes a raíz del movimiento de KELKEL[12] (Renacimiento y brillo de Dios). (Rodríguez A., 2014)

Uno de los factores determinantes de los procesos revolucionarios se constituyó el componente humano, en el que se observaban especificidades en su composición, pudiéndose observar que un gran porcentaje de los habitantes de los países de la ex Unión Soviética se encontraban para la época en edad  promedio entre los 25 a 37 años, con un nivel medio de educación, con acceso a los avances tecnológicos, y con un cumulo de sueños y aspiraciones que cada día se veían más frustradas. En este amplio espectro de la población recaerían las diferentes problemáticas, que a manera de chispa encendería el espíritu de protesta e indignación. (Tilly, 1995)

Como segundo sector determinante se reconoció al estudiantil, las masas amorfas pasaron a la creación de asociaciones, las cuales llevaron el peso de las reclamaciones, por ejemplo en Serbia; los estudiantes se articularon para 1998 en la organización OTPOR a causa de las leyes represivas contra la universidad, aceptadas por el régimen de Slobodan Milosevic, en el lenguaje serbio croata el nombre OTPOR significa Liberación que junto al emblema de puño desafiaría el régimen de Milosevic. (ALTBACH & KLEMENCIC, 2014)[…] El modelo seria tomado como un experimento que posteriormente seria exportado a otros países de la región.

Los aportes hechos por terceros, son comunes en las acciones pacíficas, se han generado a través de la participación de diversas ONG’s Norte Americanas,  que han creído y promulgado el cambio social constructivo para detener o prevenir la violencia, en situaciones de conflicto. Las ONG’s como actores internacionales generaron apoyo desde tres intenciones; la ayuda financiera, logística y política; convirtiéndose, como conector de procesos, en herramientas necesarias para la democratización. Los tentáculos incidían en los valores y las ideas, a partir de las cuales el poder del pueblo se fortaleció y estos como Sujetos transformadores deseaban poner fin al retroceso democrático. Igualmente en el esfuerzo internacional la Unión Europea tendría su cuota de representación. (Dudouet, 2012).

Debido al éxito del OTPOR, muchos de sus miembros, financiados por el gobierno de USA y diversas ONG´s de occidente interesadas en la promoción de la democracia, comenzaron a desplazarse por el mundo para entrenar a miembros de movimientos locales en técnicas útiles para organizar revoluciones pacíficas, encaminadas a la (re) inauguración de gobiernos democráticos. (Rodríguez A., 2014, pág. 11)

El Apoyo a los procesos revolucionarios se harían de parte de organizaciones internacionales entre las que se destacan; El Instituto internacional Republicano liderado por John McCain, El Instituto Nacional Demócrata dirigido por Madeleine Albright, la Open Society de George Soros, el Freedom House, el Institute For International Research; (Rodríguez A. R., 2011) […]permiten debelar una coalición estratégica de organizaciones Norte Americanas, que han logrado incidir abiertamente en el desarrollo de las revoluciones no violentas, sus actividades se orientan hacia el apoyo financiero a los movimientos de oposición, la creación de medios de comunicación alternativos y la preparación de activistas internacionales de la revolución no violenta o de colores[13].

En síntesis una de las particularidades encontradas en cada una de éstas revoluciones fue su inspiración ideológica la cual emanaba de los escritos de Gene Sharp, en su libro de la “De la Dictadura a la Democracia” y de las experiencias del Coronel Bob Helvey, dictados que fueron tomados como la guía para derrocar los Gobiernos. La obra producida por el instituto Albert Einstein ha sido traducida a más de 20 idiomas que a través de las bondades del internet se ha extendido a todos los rincones del mundo.

 

El papel de las redes sociales en las revoluciones no violentas

Las ventajas de los avances tecnológicos y las redes sociales, permitieron a los levantamientos interrelacionar múltiples sectores, movimientos y organizaciones que se encontraban en oposición al Statu quo. Uno de los recursos más importantes de las revoluciones de colores fueron los medios de comunicación una herramienta de liberación alternativa, a la campaña mediática de desprestigio y a la generación del espíritu de unidad, Los símbolos, colores, slogans que cubrirían las calles; los medios, las prendas de vestir, hicieron de sus mensajes elementos de identidad entre la población y los organismos de seguridad del sistema logrando distorsionar el imaginario social resultado del consenso y adecuado a partir del régimen. (Uguarte, 2007)

Estas actividades que consolidaron los movimientos pacíficos, se justificarían a través del discurso occidental; la UNESCO, ha propagado que los intereses de la nueva diplomacia estadounidense a partir del XXI se alimentarían de valores morales  e incluso tecnológicos convenientes para toda la humanidad. (UNESCO, 2011)

La posición anterior se debe a la fuerza que ha adquirido la revolución en red[14], un elemento que se convirtió en indispensable para la revolución no violenta posmoderna. A través de las redes sociales, reconocidas como herramientas planas, se logra contactar, comunicar los procesos a los interesados y atraer adeptos; facilitando la movilización de masas. Como se expone en El Correo De La Unesco 2011, Cuando se vive bajo la férula de un régimen autoritario, cualquier información transmitida y cualquier órgano de prensa o medio de comunicación tienen una importancia extrema. (UNESCO, 2011, págs. 9-12)

De manera más evidente, estos nuevos mecanismos son vitales y adecuados para construir junto a las formas de lucha pacífica, una oposición unificada encargada de volver aliada a la población en el ejercicio del voto popular, y así derrocar al dirigente autoritario de turno. Las nuevas elecciones democráticas, se materializaron a manos de las diferentes revoluciones  junto a mensajes exitosos que demandaron el derecho a la libertad individual, demostrándole a la opinión de los opositores que su errado punto de vista se enfrentaría a la llegada del cambio para el modelo de opresión.

Consecuente se impartió el ideal, desde los intereses norteamericanos, sobre la distancia que debía prevalecer entre los  activistas y la ambición por cambiar el mundo, ya que es pertinente que empiecen por cambiar su propio entorno como pequeños pasos hacia la transformación mundial. Al materializar lo anterior podrían convertirse en iguales a pesar de los diferentes contextos culturales que los hubiesen caracterizado como individuos. Es entonces el individuo libre quien está capacitado para construir desde cualquier punto del mundo la democracia. (UNESCO, 2011)

Los hechos ocurridos en Serbia a partir del movimiento OTPOR, no solo dejaron el legado, de la revolución Bulldozer, para los consecutivos casos del este de Europa; principalmente la política exterior estadounidense demostró había logrado dar continuidad e importancia de temas mundiales sobre igualdad, libertad, fortaleza componentes del poder de la juventud frente a regímenes autoritarios, capaces de trasladar la lucha a otra realidad a beneficio de las propias capacidades.

Desde finales de 2010, en los países del Norte de África y Oriente Medio, el inicio de alzamientos populares por parte de poblaciones que se tomaron las calles, transcurriendo desde Túnez saltando a Egipto, Yemen, Libia, Marruecos, y finalmente Siria protestarían en contra de los regímenes autoritarios que gobernaron por más de cuarenta años; impactando el mundo. Los manifestantes habían alimentado la inconformidad desde años atrás a causa de la desigualdad, de las  humillaciones, la Hogra[15], y de la pésima calidad de vida; razones suficientes para renunciar al tradicional régimen. Los mecanismos de comunicación virtuales como Facebook, Twitter junto a los blogs cobraron protagonismo en el desarrollo y conclusión  de estos procesos, como es el caso de Egipto. (Rodríguez O. , 2011)

“La Primavera Árabe” calificada así por Occidente, reflejó la incapacidad de los gobiernos por mantener la legitimidad, a consecuencia del ausente direccionamiento de políticas que regularan las tensiones sociales y/o necesidades en materia social, política o económica. En esta ocasión la tecnología, las redes sociales, los medios de opinión no solamente permitieron agilizar u obstaculizaron el camino de las movilizaciones como una herramienta, estas se convirtieron en el escenario en el que se desarrolló la revolución no violenta, exponiendo cada instante de estos procesos al mundo, retando a los regímenes al desestabilizarlos nacional e internacionalmente.

Los escenarios en este segundo caso, del fenómeno de revoluciones no violentas, coinciden en características visibles;

  1. Ausencia de liberalización.
  2. Clara influencia exterior.
  3. Influencia de las Nuevas Tecnologías.

El término ausencia de liberalización[16], se refiere a lo imprescindible, como fueron las acciones que buscarían cierto orden a manos propias, asumiendo la anarquía y guiados por la motivación de sujetos ciudadanos deseosos de libertad, y reacios a continuar el  consenso represor. (Moreno, 2011)

Se podría considerar que la influencia exterior de Occidente en el este de Europa, favoreció incondicionalmente a los procesos de transición, del autoritarismo a la democracia […]; sin embargo, frente a las transiciones árabes, primaron los intereses estadounidenses en la región y los efectos de la crisis económica; impidiendo dar apoyo desde la etapa inicial de la transformación, incluso declarando en casos como el egipcio, su afinidad con el discurso de dirigentes como Mubarak. (Echagüe, 2012)

Analizando el caso egipcio exactamente y frente a lo expuesto; la fuerza que cobro la revolución por la diversidad de protestas, incluyendo pequeños colectivos de estados árabes, llevo a los sujetos ciudadanos a apropiarse de su revolución al punto de rechazar la ayuda de actores externos. Gene Sharp y OTPOR no fueron elementos inertes, como ya se afirmó, la influencia de estos legados estaría presente en esta parte del mundo, ya que a pesar de la autonomía que persistió, fueron vitales para el inicio y […] la existencia de este segundo caso de La Cuarta Ola De Democratización (Moreno, 2011).

Pero además, este declive político del mundo árabe es asimilado desde Occidente, como nuestra crisis política, la dificultad de un modelo de relación de Europa y de Occidente con el mundo árabe  […]. Porque los tiranos árabes eran “nuestros tiranos”, porque servían “nuestros intereses”, parafraseando así a Franklin D. Roosvelt refiriéndose al dictador Somoza. Los Ben Alí, los Mubarak, los Saleh, los Assad, los Gadafi... y la lista se podría extender sin duda, pese a sus matices, a los Buteflika, Mohamed VI y a una larga lista. (Rodríguez O. , 2011, pág. 7)

La desigualdad fue el mayor reto en tema de crisis, la falta de oportunidades al interior de los países árabes incremento, los gobiernos continuaron ausentes, razones  suficientes para movilizarse en la búsqueda del orden y la equidad, una iniciativa que no se negociaría. Variedad de actores se sumaron a los jóvenes promotores del levantamiento; profesionales, militares disidentes, la sociedad civil, tribus, algunos limitados por las escasas libertades políticas; en su totalidad activistas que usaron herramientas virtuales para direccionar demandas a los dirigentes. El nuevo canal de comunicación ejecutado por la población, no era influenciable por las élites. (UNESCO, 2011)

Por tal razón los dirigentes, Hosni Mubarak (Egipto), Ben Ali (Túnez) y Muamar Gadafi (Egipto), como iniciativa individual decidieron manifestarse líderes modernos y progresistas en redes, pero en realidad amañaban las elecciones y en la mayoría de casos se habían enriquecido del pueblo. Este aspecto Gene Sharp no lo pronostico, sin embargo los activistas lograron sortear la situación. A nivel mundial ya se habían propagado escenas claras de represión y desigualdad, que enfrentaban la buena imagen de los líderes, dando a entender que se trataba de una misma dictadura. (Rodríguez O., 2011)

Las decisiones provenientes de las dictaduras, durante el proceso de transformación,  recurrieron a censurar las páginas web políticas ya que temían por los alcances del nuevo poder virtual, sin embargo fueron recuperadas gracias a las bondades de la red; como esta, varias estrategias fueron emprendidas por el gobierno, como abrir los bancos e instituciones para fomentar el trabajo y conseguir que gran parte de la población retomara labores, hecho que desestabilizo un amplio sector de apoyo como es el del trabajo. (Revilla & Hovanyi, 2013)

Cerca del  golpe final de la revolución egipcia, bajo las condiciones anteriores de sectores de movilización fue necesario para los sujetos políticos ejecutar huelgas cruciales con los obreros, que eran una significativa parte del sector que se mantenían apoyando el cambio. Como respuesta a la estrategia legal del gobierno, las fábricas más importantes se levantaron en diferentes puntos públicos. Finalmente al lograr la caída de Mubarak el pueblo reafirmo que el resultado se debió a su propio poder revolucionario. (Rodríguez O. , 2011).

Retomando la posición occidental, la decisión de mantenerse al margen de los hechos, fue efímera, finalmente bajo cualquier tinte de descontrol occidente retornaría su apoyo por la libertad. Aclararon, al borde de la caída de Mubarak, que debía realizarse una transición ordenada, pacifica e inmediata que trajera devuelta un panorama de consenso. Debido a las declaraciones iniciales de apoyo a los gobiernos, la contribución llegaría después de, para la ayuda de países en transición, por ejemplo el Departamento de Estado norteamericano creó  una nueva “Oficina para las Transiciones en Oriente Próximo”[17]; por su parte la UE reacciono con varios instrumentos: asistencia humanitaria, programas políticos. Se inició un nuevo programa de la Unión Europea, “SPRING” (Apoyo al Partenariado, la Reforma y el Crecimiento Inclusivo), con el fin de movilizar nuevos recursos financieros por valor de 350 millones de dólares para el periodo 2011-2012. (Echagüe, 2012)

Como punto inicial de la estrategia revolucionaria, expuesta por el autor en su libro de la dictadura a la democracia, el error de las revoluciones violentas[18] radicó en que las armas usadas por estos grupos en contra del gobierno no superaron en capacidad a las del mismo (Sharp, 2003). Las acciones violentas tan solo lograron convertirse a largo plazo en inertes, menos potenciales y más perjudiciales, postergando episodios de violencia, acumulando pérdidas en movilización, recursos y pérdidas nacionales.

 

Características de las revoluciones no violentas

Consecuente con lo expuesto, al cambiar las armas utilizadas durante el proceso revolucionario clásico y buscando resultados que los activistas reconocerían como reales, la democracia paso más que a expandirse a construirse desde los individuos adoctrinados para ello. El producto de los ideales democráticos al mundo se propagaron por medio de diferentes medios; Sharp expone las características generales de las revoluciones de terciopelo, lo cual permite evidenciar la existencia de un manual que orienta las acciones que se convierten en objetivos para los activistas adoctrinados por la democracia como producto:

1. Toda actividad debe desarrollarse dentro de una estrategia que debe ser producto del planeamiento, es decir nada debe dejarse a la improvisación. Cada evento debe estar definido en búsqueda de un objetivo determinado,

2. La estrategia debe estar destinada principalmente en pasar de la inactividad y la apatía, que ha desunido a la población, a la organización y movilización de las masas superando el temor frente al régimen que los ha conducido y sometido. 

3. Consecuente, lo esencial será dividir al contrario, en este caso se refiere al dictador, denigrándolo con la propaganda, utilizando las burlas, etc. Lo anterior teniendo claro que pueden generarse una serie de muertes.

4. Identificar los pilares que soportan el sistema, debilitarlos y fagocitarlos por el proceso revolucionario.

5. Para evitar llegar a la muerte se debe evitar la confrontación, con el régimen, ya que frente a las fortalezas del sistema algún tipo de  hecho violento dentro de las actividades del movimiento tan solo lograra ser una manifestación perdida.

6. Logrado el control anterior se debe aprovechar para persistir en el mensaje “todos somos víctimas”, exteriorizado la diversa simbología y las acciones relacionadas con el temor para lograr el objetivo más difícil; tener éxito en la convocatoria para ganar apoyo de las fuerzas militares.

7.  Y finalmente no se debe acceder a la negociación. Este no es un canal realista para liberarse de una dictadura, en una conveniente y real negociación debe existir una poderosa oposición democrática. (Sharp, 2003)

La no violencia no relaciona pasividad, resignación, sumisión, y mucho menos se puede confundir con aceptar la injusticia, este es más exactamente un método de lucha, e interesa a  quienes rechazan la injusticia al igual que la utilización de la violencia para combatirla, ya que son poco los resultados comparados con las tragedias, este término logra resumir de  manera eficaz el ideal del autor. (Sharp, 2003)

Básicamente el autor explica que esta técnica de lucha como es la no violencia, no se basa exclusivamente en acciones simbólicas o en el sufrimiento de los accionantes no violentos. Sharp define tres métodos generales de acción no violenta: la persuasión y la protesta no violenta, la no cooperación y la intervención. (Gruesso, 2001)

La persuasión y la protesta, son aspectos que se relacionan pero difieren, por una parte las manifestaciones, vigilias o apoyo pueden darse de manera directa, a través de terceros o de la influencia sobre un grupo determinado para que este realice acciones que beneficien la movilización; en cualquiera de los tres casos es fundamental el poder de persuasión. (Gruesso, 2001)

Por lo anterior el poder de la movilización es mostrar su inconformidad, ganando adeptos;  por esto es la no cooperación[19] es la manera de mostrarse diferentes al orden social que está afectando su bienestar, este desafío al régimen más exactamente se puede dar en el campo social, político o económico, en lo social se refiere a detener cualquier tipo de relación con las reglas sociales; en lo político rechazar la participación política y en lo económico el rehusarse a continuar o emprender una relación económica. (Gruesso, 2001)

Y finalmente la intervención, traduce la iniciativa del grupo no violento, un método que cabe dentro de dos categorías, intervención negativa o positiva, dependiendo de los factores externos a la revolución. La confrontación se presenta en lo político, económico y social, sí que esta forma de poder es vital para que la intervención en cualquiera de los 3 campos, se realice a través de nuevos patrones de comportamiento que crean y mantienen un orden social alternativo. (Gruesso, 2001)

La no violencia solo se puede ejecutar cuando los escenarios necesarios existen o han sido creados, para obtener el fin primordial que se entienden como objetivos sociales, como “factores externos” Sharp habla de la estructura de la personalidad del oponente, el papel de terceros, la contradicción de intereses y la distancia social entre los adversarios.

Para contener un poco a los factores externos, a lo largo de estos procedimientos se irán cumpliendo las etapas principales del manual conocidas y explicadas por el autor pero también en medios de comunicación, se debe:

Denunciar la corrupción y proporcionando intrigas que terminaran generando malestar social. En segundo lugar Desarrollar campañas en defensa de la libertad; libertad de prensa y derechos humanos, acompañadas de acusaciones hacia el totalitarismo del gobierno. En tercer lugar, emprender una lucha activa por la reivindicación política y social de los sujetos ciudadanos, promocionando manifestaciones violentas que amenacen las instituciones. Seguido, crear un clima de ingobernabilidad, a través de operaciones de guerra psicológica, para desestabilizar la soberanía y así mismo al gobierno. Finalmente, Pedir la renuncia del presidente, con las protestas necesarias controlando a la vez las instituciones, desde la presión por las calles. (Sharp, 2003)

A pesar de la precisión de los anteriores cinco pasos para llegar a la democracia, se deben hacer aclaraciones por la diversidad de actores y contextos que pueden generarse o vincularse en el proceso.

El autor logra sintetizar componentes para  la obediencia y la permisividad, que es lógico exista en la ciudadanía para esta estrategia como conductos de accesibilidad, en seis  tipos de poder: La autoridad, entendida como aquello que se obtiene de la legitimidad; el derecho a mandar y dirigir, a ser escuchado y obedecido por otros. Los recursos humanos, o el apoyo real de la ciudadanía que obedece y colabora activamente. Las habilidades y los conocimientos, es decir el nivel de desarrollo de la sociedad y el uso de la tecnología. Los factores intangibles, como la ideología, la cultura política, la religión, etc. Los recursos materiales, como el sistema productivo, las infraestructuras o el transporte. Y La sanción, entendida como la capacidad para forzar el cumplimiento de órdenes. (Sharp, 2003)

No puede generarse una negociación con una dictadura, una real situación de negociación   muestra el interés de las partes en resolver el conflicto que se produjo entre las mismas, ya que el acuerdo negociado será distinto porque está determinado por la capacidad de poder de cada parte. Incluso si se “avanza”, analizando de manera realista las situaciones de poder absoluto y relativo de los grupos contendientes, llegando a un acuerdo se habrá dado bajo circunstancias de interés, cada parte obtendrá algo de lo que ambiciona y cede parte de sus objetivos, y lo que se quiere es una transformación total. (Sharp, 2003)

Congruente, la salida no violenta recae en construir y fortalecer alianzas, aprendiendo de los errores del pasado, ya que no todos son enemigos, hay espacios que proporcionan diferentes pilares de apoyo para el éxito del proceso. Por ejemplo, la policía y las fuerzas armadas, como los garantes del monopolio de la fuerza, se convierten en objetivos principales, que no se deben atacar,  ya que permiten llegar más fácilmente a desestabilizar al gobierno. Como conducto también cobran importancia los medios de comunicación, por ser un medio de adoctrinamiento y creadores de opinión pública. Por su parte los jóvenes o el futuro de la comunidad son el enlace en medio del proceso revolucionario pacifico para concretar sectores determinantes para el sistema productivo como a los trabajadores; para la identidad social como las organizaciones religiosas; y finalmente las ONG, que influyen independientes al Gobierno (Sharp, 2003)

El proceso pacifista es difícil, sin embargo hay cuatro conductos que pueden facilitar cualquier percance; Conversión, cuando el régimen se ha convencido de que sus intereses pueden beneficiarse al adoptar una demanda del grupo en lucha. Acomodación, una concesión que se realiza para rebajar la tensión y calmar los ánimos. Coerción: En si una situación de facto que empuja al régimen a una rendición en forma de aceptación. Desintegración: entendido como el proceso de desaparición de la dictadura, del sistema y de las dinámicas de dominación en su conjunto. (Sharp, 2003)

Sharp establece finalmente una extensa lista de 198 métodos noviolentos, a través de los cuales se puede llegar a uno de cuatro escenarios, agrupados en tres categorías:

  1. De protesta y persuasión: buscan ejercer influencia sobre el adversario, la movilización social y la presión sobre el oponente político (como manifestaciones, protestas masivas, asambleas públicas o difusión de propaganda subversiva).
  2. De nocooperación, que divide en tres subgrupos: la nocooperación social (ostracismo, plantón en eventos sociales, culturales o deportivos, etc.), la nocooperación económica (el boicot y la huelga) y la nocooperación política (rechazo a la autoridad, desobediencia civil, etc.).
  3. De intervención noviolenta: por ejemplo, la intervención física (sentadas, plantones, obstrucción), la intervención social (reeducación, teatro de guerrilla) o la intervención política (saturación del sistema burocrático administrativo o creación de gobiernos paralelos), entre otros. (Sharp, 2003)

A modo de conclusión, la libertad no es un bien gratuito en la transición de la dictadura a la democracia, ya que necesita de soportes ideológicos, económicos y de fuerza de masas, por esta razón el manual para la construcción democrática de Gene Sharp junto a sus colaboradores aporta una teoría y método para materializar el alcance de la  transformación social y política, en términos de acción noviolenta, evidentes en los procesos expuestos: las revoluciones de color y las protestas en los diferentes hechos de las  primaveras árabes.

 

Opiniones y repercusiones de las revoluciones democráticas

En la posmodernidad es erróneo afirmar que el poder estatal, descansa solamente en los recursos militares, la fuerza o las relaciones económicas regionales. En este contexto, el poder se ha trasladado, en medio de la organización mundial, a otro espacio en el que los ideales políticos son  proyectados e indagados desde la acción comunicativa[20].  

Los nuevos líderes comunicativos o también llamados líderes de opinión, tienen la capacidad de difundir modos de vida, conocimientos, oportunidades y reglas convenientes para fortalecer a ciertos regímenes políticos, tanto al interior como al exterior. Dichas representaciones de liderazgo son conocidas, a nivel nacional e internacional, como los medios de comunicación[21], que se multiplican a la par de las conexiones interculturales, desde una aceptación más amplia como la opinión pública.

El tema de revoluciones no violentas ha dividido parte del escenario de la opinión pública en dos partes, influyendo a las masas involucradas y cercanas del tema. Las visiones a favor, los medios neo conservadores, exponen que los regímenes autoritarios son una amenaza para la libertad de los pueblos, ya que disminuyen las oportunidades, aceleran el declive de la calidad de vida y van en contra del modo de vida adecuado para el bienestar de los seres humanos.

Sin embargo esta parte de la opinión pública no tiene en cuenta ciertos aspectos de la realidad como; la relación entre descentralización y comunicación un factor determinante para cualquier escenario en la actualidad. Si el Estado, sus dirigentes y sus pequeños círculos de poder, no actúan de forma racional, propagando la libertad individual y controlando el libertinaje social, al traspasar la mínima línea que los divide perderán legitimidad por parte de sujetos ciudadanos, que no tolerarán que se les oprima o se les descuide, terminando por desdibujar la poca credibilidad en las instituciones.

Los medios de comunicación catalogados como progresistas reclaman que la revolución pacífica es una estrategia antidemocrática, neoliberal, imperialista o fascista; defendiendo el régimen bajo el cual viven al reiterar que la transformación de viejos líderes políticos a nuevos, descompensan lo social. Igualmente denuncian que el uso permanente de tecnologías aunado al apoyo exterior de parte de las ONG’s, y la masificación; tan solo provocan, con la difusión del modelo de democracia liberal a gran parte del mundo, un caos internacional en países que no cumplen con los rasgos de moda, haciendo inaceptables a los regímenes “autoritarios”. (Mill, 2008)

Desde la visión de Habermas la opinión pública se desarrolló desde lo privado, es decir, que el sentido crítico direccionó a los individuos de lo privado de sus hogares a reunirse en lo público, como principal acto de comportamiento libre para manifestar sus puntos de vista frente a los intereses generales. (Zubelzú, Ghougassian, Cúneo, & Orué, 2007)

El desarrollo y trasformación de la opinión pública, ha traspasado fronteras llegando a regir la vida de los ciudadanos, y la de los políticos de turno influyendo en los cambios de las diferentes instituciones bajo las reglas del régimen establecido, pero endeble […]. Desde Habermas puede inferirse que la opinión pública o los medios de comunicación, son el nuevo mecanismo y único estatal, que logra vincularse en el mundo digital donde todos tienen una vida virtual que no es restringida por ninguna normativa. Este mecanismo a su vez ha funcionado para fortalecer los discursos manteniendo la legitimidad, sin embargo es un mecanismo letal, ya que si el personaje no es creíble, la difusión de sus ideales puede acabar destruyendo la legitimidad. (Zubelzú, Ghougassian, Cúneo, & Orué, 2007)

Por esto la propuesta teórica de Habermas es política,  ya que desde la teoría de la acción social, explica; existe un abismo entre la conservación del ámbito comunicacional y el desarrollo de formas democráticas de convivencia, al interior del mismo; pero también persiste una necesidad de mantener las relaciones de mercado y de poder burocrático, para cualquier régimen. (Zubelzú, Ghougassian, Cúneo, & Orué, 2007) […] Este aporte de Habermas, se suma a las razones por las que los sujetos ciudadanos conducen sus intereses en contra de políticas y regímenes que obstruyen el interés nacional, pasando por encima de la opinión del colectivo.

Otra de las variables significativas que inciden en el proceso de revoluciones democráticas y que atañe directamente a occidente, en su intensión de expandir la democracia, se constituyen los organismos internacionales las ONG’S. Las ONG´s, han logrado vincularse a esta misión en nombre de la Cooperación Internacional[22]; el apoyo económico e inductivo que han recibido  los sujetos inmersos en las manifestaciones iniciales, es el motor para alcanzar el cambio del sistema político opresor, que se interpone en las aspiraciones mundiales del modelo de democracia liberal.

El papel de las ONG’S cumple con el impulso, capacitación y sustento económico de los movimientos revolucionarios, y a su vez con la promoción de valores occidentales. Lo anterior ha afectado de manera negativa, a la cooperación. Consecuentemente, debido al fenómeno de revoluciones, la imagen de la Cooperación Internacional, perdió posición, en los medios de comunicación progresista, ya que la intención que inicialmente era “sana”, desvió su propósito inicial, el de brindar apoyo. (Escuela Latinoamericana De Cooperación Y Desarrollo, 2012)

En el marco de las revoluciones no violentas es vital entender en qué medida los “intereses cooperativos” se relacionan con este contexto. En el sentido que la cooperación internacional comprendida como el apoyo al desarrollo de las sociedades puede llegar a mal interpretarse con la injerencia en los asuntos internos. La actividad cooperativa emprendida, en el Sistema Internacional, a finales de la Segunda Guerra Mundial (1945), se basaba inicialmente en “velar por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, a través de dos prioridades: fomentar el desarrollo y disminuir la desigualdad entre los estados”. (RACI, 2012)

En el proceso histórico para la reconstrucción hacia la cooperación descentralizada se debía desligar el poder a pequeños actores, en pequeñas representaciones del Estado, que tenían como única prioridad direccionar sus recursos a la Ayuda Para El Desarrollo (Desarrollo Humano). Los nuevos actores de la cooperación, fueron; los centros de investigación, vigentes gracias a los estudiantes universitarios (se posiciono de acuerdo al status que la investigación había ganado para la década) y el fortalecimiento de las ONGS[23]. (Chaves, 2011)

En la posmodernidad, se reconoce un cambio global en la temática de cooperación, A partir de los ataques del 11 de septiembre de 2001, un hecho expuesto anteriormente, las prioridades estadounidenses transformaron la visión política global y el concepto de apoyo; declarando que sería destinada a países en vía de conformación, es decir, aquellos que se encontraban situados en la zona de medio oriente sin democracias consolidadas. (RACI, 2012)

Por ejemplo, en Serbia para el 2000, dentro del contexto de las revoluciones de colores en el este de Europa; las ONG’S capacitaron a los líderes de la revolución Negra en Serbia y sustentaron al movimiento Otpor, (“resistencia”), hasta su éxito. Este fue el primer caso de revoluciones no violentas de la posmodernidad, que logro bajo nuevas formas de injerencia impulsar los valores norteamericanos, a través de las ONG’S logrando expandir la democracia, a un nuevo rincón del mundo. (Pulido, 2014 )

Sin embargo, cuando el fenómeno llego a Medio Oriente, el apoyo internacional que se esperaba para los movimientos revolucionarios no violentos, de la primavera árabe, no aconteció debido a los temores económicos y políticos, a nivel internacional para la potencia. Por ejemplo, retomando el caso de Egipto; las ONG’s norteamericanas tan solo reaparecieron al final del proceso de transición, cuando se materializaron los objetivos e intereses colectivos, que transformaron el gobierno de Hosni Mubarak. La cooperación que finalmente asistió dicho escenario, con el fin de recuperar física y moralmente la vida pública y privada. (Revilla & Hovanyi, 2013) […] En síntesis, la fortaleza que tuvieron los movimientos, condujo a que la autonomía humana mutara a una autonomía política, que reemplazo las reglas del autoritarismo.

El desprestigio que ha recibido la cooperación, obligo a clasificar este concepto en uno negativo, la anti cooperación. A partir de la visión, sobre el apoyo que reciben las revoluciones del modelo democrático, se explica, que la anti cooperación es una dinámica en la que se brinda apoyo para lograr fines propios, sean en este caso ideológico y político (Llistar, 2007). […]Lo anterior se estructura a partir de escenarios posmodernos, como la temática de interés para este artículo; el apoyo a las revoluciones con fines políticos, han llevado clasificado a las ONG’S, pertenecientes a potencias con gran influencia como la occidental,  como actores de la anti cooperación.

A medida en que los medios, líderes y redes[24], han continuado expresando la opinión tanto en pro como en contra del tema, se incrementa el interés por el fenómeno político, reforzando a su vez lo que acontece en la actualidad.  El discurso pro occidental de las revoluciones democráticas afecta la tranquilidad de dirigentes como Putin en Rusia, preocupación que se extiende igualmente  hacia América Latina, inquietando a líderes regionales que profesan modelos progresistas anti imperialistas.

Al inicio del siglo, la caída de los sistemas de gobierno del espacio post soviético mediante procesos revolucionarios de colores, atrajo la atención de algunos analistas que contrario a calificar estos eventos revolucionarios como acciones espontáneas se aproximaron  a señalar que dichos procesos respondían a estrategias bien diseñadas que podrían afectar la geopolítica regional y mundial.

Uno de los postulados de mayor incidencia, se constituye el uso de las revoluciones de colores o no violentas por parte de las potencias como un nuevo instrumento de agresión indirecta para la reconfiguración del orden mundial y los espacios geopolíticos regionales al afectar en principio “La vecindad próxima” o las esferas de influencia (Pulido, 2014), […]   aspecto determinante a la hora de establecer el grado de poder real o efectivo que se posee y por ende el estatus de gran potencia. (Battaglia, 1997)

Por ello para el gobierno Ruso los eventos de Serbia, Georgia, Ucrania y Kirguistán son considerados como una intromisión de occidente en las regiones del Cáucaso, el este de Europa, y Asia Central, constituyéndose inicialmente en un preocupación que afecta la posición de Tutor que Rusia aspira mantener desde una visión identitaria nacionalista sobre los antiguos territorios considerados Rusos a los que pretende homogeneizar bajo el estándar de Pueblo Soviético.

Las repercusiones de las revoluciones de colores o democráticas son de tal magnitud que el Estado ruso dentro de la Estrategia de Seguridad Nacional de la Federación Rusa (ESNR) de diciembre de 2015, las  consideró como una de las principales amenazas para la seguridad. En su contenido se puede destacar  la responsabilidad que se le asigna por este tipo de eventos a organizaciones nacionales como no gubernamentales extranjeras a las que les da la connotación de  organizaciones extremistas cuyo objetivo es quebrantar la unidad nacional y la desestabilización de la política interna.

Las actividades de las asociaciones públicas radicales y grupos que usan la ideología nacionalista y religiosa extremista, organizaciones internacionales no gubernamentales extranjeras, [...] cuyas actividades se centran en la destrucción de la unidad y la integridad territorial de la Federación de Rusia, la desestabilización de la política interna y situación social incluso a través de las revoluciones de colores y la destrucción de los valores religiosos y morales tradicionales rusos» (Iglesias, 2016, pág. 9)

Los señalamientos van mucho más allá acusando la manipulación de los movimientos y organizaciones sociales en prácticas que van en incremento y que su afectación trasciende al derrocamiento de regímenes políticos legítimos debelando igualmente que la intención se ciñe a la afectación de los intereses geopolíticos relevantes de Rusia “la práctica de derrocar regímenes políticos legítimos, provocando inestabilidad interna y el conflicto, es cada vez más generalizada” (Iglesias, 2016, pág. 6). Situación e intención que de extenderse hacia territorio Ruso recibirá la respuesta del pueblo que organizado impedirá que la revolución pretenda imponer modelos de dominación que contradiga los valores del pueblo Ruso, como lo anunciara el vice ministro de defensa Nikolai Pankov “los estudiantes universitarios rusos deben ser preparados en el enfrentamiento a los Golpes de Estado, patrocinados por el exterior, conocidos como revoluciones de colores”. (Prensa Latina, 2015)

Las prevenciones en Rusia respecto a la aplicación de las revoluciones de colores por parte de occidente se complementan con los comentarios o artículos respecto al nombramiento por parte del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica a John Tefft como su embajador en Rusia, el cual posee dentro de su parlamento diplomático el haber desempeñado coincidentemente los mismos cargos en Georgia entre los años 2005 y 2009 y luego en Ucrania entre los años 2009 y 2013, períodos de alta convulsión política de éstos territorios respecto a su alineación con los postulados de occidente. (Club Zinóviev, Pável Rodkin, 2015)  Al respecto del nombramiento de Tefft, Yuri Ushakov, asesor diplomático del Kremlin expuso “Sobre la forma como se comportó cuando trabajaba en Georgia y en Ucrania... no haré comentarios ya que todo el mundo lo sabe muy bien. (El economista, 2014)

Desde otras latitudes y particularmente desde América Latina, el fenómeno de las revoluciones de colores o no violentas recibe una nueva denominación como es la  de “Golpe Suave” o como coloquialmente le llamara el Presidente Hugo Chávez Frías de “Mecha Lenta” cuyo propósito se identifica con la promoción de levantamientos masivos que de manera sistemática pretenden dar al traste con los gobiernos progresistas de la región.

En contexto el ambiente político latino americano permite apreciar la forma como la teoría de los golpes suaves en la última década se hace presente en la región de una manera incisiva. Los eventos de Honduras, Paraguay, Ecuador, Brasil y Venezuela que ha producido el pronunciamiento de mandatarios y figuras políticos de la región lo deja en evidencia.

A manera de síntesis ante los acontecimientos recientes de Junio de 2016 en Brasil, el ex presidente Fernando Lugo hoy senador de la República del Paraguay y presidente de la comisión parlamentaria de amistad entre la República del Paraguay con la federación Rusa, en entrevista con el noticiero televisado Rusian Today RT declaró que las acciones ejecutadas por la reacción contra los procesos progresistas de América Latina no son más que maniobras de golpes de estado suave que han utilizado ardides jurídicas, políticas y sociales para producir la caída de los gobiernos contra hegemónicos norte americanos.

De otro lado, el escritor y periodista francés ex director de Le Monde Diplomatique,   Maurice Lemoine denuncia en su artículo “La era de los golpes de estado suaves en América Latina”  el cambio de estrategia de los golpes de estado militares con los que se truncaban los gobiernos contrarios a la visión de democracia de los Estados Unidos que causaron grandes derramamientos de sangre a una sutil estrategia de operaciones sicológicas argüidas por agencias que propenden por la vigencia de la democracia al estilo Norte Americano dirigida por parte de agencias como:

“La National Endowment for Democracy (NED), destinada a “promover la democracia” en el mundo. Junto con la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), el Instituto Republicano Internacional (IRI), el Instituto Nacional Demócrata (NDI) y el Instituto de Estados Unidos para la Paz (USIP), pero también con una nebulosa de think-tanks y fundaciones –Freedom House, Open Society Institute”. (Lemoine, 2014)

Otra de las opiniones al respecto procede de la escritora y periodista venezolana Norte americana Eva Golinger quien para el noticiero Rusian Today RT en su artículo de opinión “Una agresión permanente”, acusa al gobierno de Washington de la responsabilidad en la promoción de una permanente agresión contra los gobierno progresistas de América Latina y que alineados en la Alianza Bolivariana para los pueblos de América contrarían los lineamientos de Washington. En su denuncia señala la injerencia de organizaciones del Departamento de Estado en los golpes de Estado de Venezuela de 2002, Honduras de 2009, Paraguay en 2012 y los intentos en Bolivia del 2008, y de Ecuador en el 2010.

Los señalamientos de intervención por parte del gobierno de los Estados Unidos por intermedio de agencias y organizaciones también se consignan en los medios de comunicación de los países orgánicos del ALBA, quienes en su portal Web denuncian al USAID y a la Fundación Nacional para la Democracia (NED) como directos responsables de promover procesos para derrocar los gobiernos progresistas de la región, al señalar puntualmente que estas organizaciones “se encuentran bastante activas en su tarea de socavar política y moralmente a los gobiernos de izquierda y progresistas de América Latina.” (Moldiz, 2014)

La denuncia igualmente señala que este tipo de organizaciones para sus actividades en la región a fin de evitar suspicacias, se enmascaran  con algunas organizaciones entre las que se encuentra el Grupo Andino de Libertades Informativas (GALI) el cual promoviendo acciones por los derechos humanos y la libertad de expresión articula todos sus  propósitos subversivos. Sus armas para el ataque a las organizaciones contra hegemónicas al capitalismo neoliberal van desde acciones mediáticas, políticas, sociales, culturales y militares. (Moldiz, 2014)

A manera de coloralio, se podría exponer que los nuevos modelos o métodos desarrollados para extender la democracia liberal, y combatir los sistemas de gobierno calificados por Occidente de autoritarios o dictatoriales; habré un telón de inconformidades y rechazos por parte de Líderes mundiales así como dirigentes políticos regionales, que acusan la manipulación de los organismos de cooperación así como la injerencia en asuntos internos por intermedio de las ONG´s, conduciendo al mundo a una situación de tensión política mediática, al verse afectados los espacios de influencia geoestratégicos y los modelos contra hegemónicos.

 

Darío E. Cortés Castillo es Director de la línea de investigación Mutación de las revoluciones de la Escuela Superior de Guerra de Colombia y Magister en inteligencia Estratégica y prospectiva.

Angie Natalia Bello Palacios  es Internacionalista y politóloga en formación. Programa de Relaciones Internacionales y estudios políticos de la Universidad Militar Nueva Granada.

 

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[1]Diplomacia cultural: Por lo expuesto y acudiendo a Jaime Delgado & Daniel Camacho al citar a  Marcionni, “hace referencia a la política exterior de un Estado hacia otros, pueblos y naciones, sobre la base de la cooperación y el intercambio educativo y cultural, como una modalidad o tarea de sus relaciones internacionales” (pág. 23).

Por lo expuesto y acudiendo a Said Saddiki al citar a U.S. Department of State se considera como una piedra angular de la diplomacia pública y hace referencia a “los programas gubernamentalmente patrocinados cuyo objetivo es informar o influir en la opinión pública de otros países: sus instrumentos principales son publicaciones, películas intercambios culturales, la radio y la televisión “ (Saddiki, 2009, pág. 109)

[2] Tercera imagen: Sistema Internacional.

[3] Organización religiosa: término que se refiere al grupo terrorista Al Qaeda.

[4] Doctrina neoconservadora: Este término no es creado dentro de la doctrina Bush, sin embargo si fue característico de la política exterior estadounidense. Esta doctrina está vinculada a la construcción subjetiva, política y cultural de Estados Unidos (Guida, 2010), en este caso direccionada a incrementar la seguridad Nacional y emprender la tarea de una lucha en nombre de la democracia mundial para la Seguridad Internacional.

[5]Hard Power, o Poder duro: Es el poder militar y el poder económico del poder que pueden emplearse para inducir a terceros a cambiar de postura. El poder duro puede basarse en incentivos o amenazas, que coaccionan a terceros, condicionando el direccionamiento de sus decisiones mediante la amenaza o el uso de armas militares o económicas. (Nye, 2003)

[6]El Soft Power, o Poder blando: depende de la capacidad para organizar la agenda política de manera que condicione las preferencias de otros. La capacidad de marcar preferencias tiende a asociarse con resortes intangibles como una cultura, una ideología y unas instituciones atractivas. Este aspecto de poder logra que otros ambicionen lo que uno ambiciona, (Nye, 2003, p. 30) es lo que el autor llama poder blando, más que coaccionar absorber a terceros. Por ejemplo, diplomáticamente la cultural estadounidense en la Guerra Fría llego a la Unión Soviética en el año de 1958, al consolidar intercambios académicos y culturales. (Saddiki, 2009)

[7]Sujeto ciudadano:  Por lo expuesto y acudiendo a Álvaro Díaz Gómez & Olga Lucia Carmona M. al citar a Santos, 1998,”Al consistir en derechos y deberes, la ciudadanía enriquece la subjetividad y le abre nuevos horizontes de autorrealización pero, por otro lado, lo hace por la vía de derechos y deberes, generales y abstractos que reducen la individualidad a lo que hay de general en ella, transforma los sujetos en unidades iguales e intercambiables en el interior de administraciones burocráticas públicas y privadas, receptáculos pasivos de estrategias de producción, en cuanto fuerza de trabajo, de estrategias de consumo, en cuanto consumidores, y de estrategias de dominio, en cuanto ciudadanos de la democracia de masas (pág. 175).[8] Cuando el presidente Obama tomó el poder, declaró una clara ruptura respecto de la política intervencionista hacia Medio Oriente que había practicado su predecesor. Su Estrategia de Seguridad Nacional, promulgada en mayo de 2010, anunció que Estados Unidos cesaría en su intento de imponer su modelo político al mundo y que más bien lo tomaría “tal como es”. El modelo de Estados Unidos invitó a otros a seguirlo. Este discurso gustó a los pueblos y gobiernos árabes. La sola declaración de una política de no interferencia mejoró la imagen de Estados Unidos ante el mundo árabe, en general, y alivió las tensiones en las relaciones de ese país con Egipto, en particular. (Farouk, 2012, pág. 350)

[9]OTPOR: Un movimiento democrático, popular, con un fuerte componente nacional e igualitario en la conciencia social de sus asociados; un movimiento, además, que surgió espontáneamente y se organizó de manera horizontal contra el gobierno de Milosevic. (Rodríguez A. , 2014, págs. 96-97)

[10]KMARA: El origen del KMARA se encuentra ligado a la red que se estableció entre estudiantes opositores al gobierno de Shevardnadze y ONG´s norteamericanas y antiguos activistas del OTPOR. (Rodríguez A. R., 2011, pág. 12)

[11]PORA: Desarrolló su programa de acción bajo la influencia de los ejemplos serbios y georgianos. 14 activistas del PORA fueron entrenados en Serbia en el Centro para la Resistencia Pacífica, organización erigida por el OTPOR. (Rodríguez A. R., 2011, pág. 12)

[12]KELKEL: Se remonta al viaje realizado por un grupo de estudiantes de este país a Ucrania

durante la Revolución Naranja de 2004, como observadores electorales. A su retorno a Kirguistán, impulsaron la creación del KELKEL, siguiendo la experiencia del OTPOR, el KMARA y el PORA. (Rodríguez A. R., 2011, pág. 13)

[13]Revoluciones de Colores: Estas protestas, encabezadas por movimientos sociales de base estudiantil y encaminada a reclamar la instauración de un régimen  democrático, la implantación del modelo liberal y el afianzamiento de la independencia nacional, fueron bautizadas con el nombre de Revoluciones de Colores. Este nombre se deriva de la masiva utilización simbólica de colores o nombres de flores, empleados como elementos de identificación por parte de la oposición y sobre todo por los movimientos sociales retadores, cuyas actuaciones estaban inscritas en la política de la no violencia. (Rodríguez A. R., 2011, pág. 1)

[14]Revolución en red: Movilización de masas por medio de páginas virtuales sociales como Facebook, o Twitter, etc. Este tipo  de mecanismo innova junto a la revolución no violenta, que pertenece a la cuarta ola de democratización. (UNESCO, 2011)

[15]Hogra: Desprecio (en dialecto magrebí). Término utilizado por el movimiento democrático magrebí para designar la actitud de las autoridades hacia el pueblo. (Rodríguez O. , 2011)

[16]Ausencia de liberalización: Ausencia de democracia.

[17]La Iniciativa de Partenariado: con Oriente Próximo, principal contribuyente a la ayuda general no relacionada con la seguridad, está proporcionando fondos para el apoyo electoral, la sociedad civil, los partidos políticos, la reforma judicial y los medios de comunicación. (Echagüe, 2012)

[18]Revoluciones violentas: exactamente guerra de guerrillas, definidas por Mao Tse-tung señalando que “la raíz de todo pensamiento sobre la guerra es la idea fundamental de la auto preservación y el aniquilamiento del enemigo”. (Schröder, 2004, pág. 23)

[19]No Cooperación: Implica un desafío deliberado a las relaciones con la persona, institución o régimen con que se ha entrado en conflicto y puede expresarse en el campo social, económico o político. (Gruesso, 2001, pág. 3)

[20]Acción Comunicativa: Se explica que la expresión acción comunicativa se refiere a aquellas interacciones sociales para las cuales el uso del lenguaje orientado al entendimiento asume un papel de coordinación de la acción. (Navarro & Ricardo, 2010)

[21]Medios de comunicación: o medios de comunicación tradicionales, son aquellos que están conformados por la prensa escrita, radio y televisión, como manifestación de la sociedad industrializada. (Chaves, 2011)

[22] Cooperación internacional: citado por “La Cooperación Internacional es la relación que se establece entre dos o más países, organismos u organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de alcanzar metas de desarrollo consensuadas”. (RACI, 2012, pág. 26)

[23] ONGS: Para las Naciones Unidas estas organizaciones están conformadas por cualquier grupo de ciudadanos voluntarios sin fines de lucro, que surgen en el ámbito local, nacional o internacional, de naturaleza altruista y dirigida por personas con interés común, que llevan a cabo una variedad de servicios humanitarios, dan a conocer preocupaciones ciudadanas al gobierno, supervisan políticas y apoyan la participación política a nivel de comunidad. (RACI, 2012)

[24] Teniendo en cuenta que el quehacer político tradicional tenía como objetivo adoctrinar a los ciudadanos que pretendían gobernar; eran los medios de comunicación tradicionales, como la radio y la televisión, el conducto para lograr tal objetivo. Los líderes y los sistemas de gobierno aseguraban su posición y poder permitiendo información seleccionada para su población. A la llegada de las Nuevas Tecnologías, como las redes sociales, se irrumpió el curso de adoctrinamiento ya iniciado, ya que a cada individuo se le delegó poder de identificarse y actuar libremente dentro de en una vida virtual, que es inherente a la realidad.

Inevitablemente el mundo del quehacer político entro el mundo del mediatismo, donde los líderes de opinión, líderes políticos y medios de comunicación, sean tradicionales o nuevos, interactúan para ser aceptados dentro del limbo; de las preferencias, necesidades, percepciones y decisiones de los Sujetos ciudadanos sobre lo que aceptan o no de su entorno. Por ejemplo, el repudio que mostró el activismo, posible gracias a la existencia de páginas sociales como Facebook, Twitter y blogs; frente a los sistemas de gobierno que los regían hacen parte de los obstáculos de adoctrinamiento que serían ideales para regímenes tildados de autoritarios.

Editado por: Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI). Lugar de edición: Granada (España). ISSN: 2340-8421.

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